Si buscas una experiencia única, sin duda este es tu espectáculo, ya que va más allá de lo que esperas, mezclando números clásicos de circo, cabaret y mucho mucho “horror”.
Nada más entrar a la primera de las carpas descubres una decoración impresionante, cuidada al más mínimo detalle. En ella puedes tomarte algo en su barra central o, si lo prefieres, puedes pasear y hacerte fotos en diferentes rincones, disfrutando de un mundo oscuro, delirante y siniestro.
El espectáculo cuenta con una escenografía extraordinaria, con muy buenos decorados, luces, vestuarios, música y efectos especiales. Los artistas son muy buenos, combinando diferentes disciplinas como acrobacias, malabares, killer clowns…
La primera parte del show presenta a diferentes personajes, ya conocidos del circo de los horrores y cuenta con diferentes números de circo clásicos, ambientados por supuesto en el horror. En la segunda parte, la trama da un giro centrándose sobre todo en números en formato cabaret irreverente, con un humor no apto para todos los públicos.
Requiem, sinfonía final pone punto a final a un espectáculo que lleva 20 años en escena, con diferentes versiones, lo que demuestra que es un formato que gusta y que domina a la perfección Suso Silva. Fantástico maestro de ceremonias, que retoma personajes icónicos y los trae a modo de homenaje y despedida con una frase que lo resume todo “el circo ha muerto, ¡que despierten mis criaturas!”
Tan sólo una recomendación a tener en cuenta; la edad mínima que marcan es buena respetarla, y no porque de miedo el espectáculo, que no es así, sino por lo subido del show en algunos momentos (y más si se dan cuenta, en cuyo caso hacen pasar algún que otro apuro a los papás en directo hablando de temas que quizá no habían valorado hacerlo en público).
En cualquier caso, la interacción con el público es constante en todo momento, así que… elige bien tus asientos, tanto si quieres participar en sus bromas irreverentes o si prefieres pasar desapercibida/o