“El favor” es una divertida comedia de situación que se inicia con la introducción, en primera persona, de un punto de inflexión en la vida del protagonista, y da paso a la escenificación, en un flashback de dos años atrás, que va a ilustrar el encuentro entre amigos en el que puso a prueba su amistad, pidiéndoles un favor vital, importante…. y difícil.
Como si de un encuentro en la edad adulta de los amigos de la serie “Friends” se tratara, del planteamiento surgen situaciones de comedia ágiles y controvertidas entre cuatro amigos pelín inmaduros, como los de la serie, que representan arquetipos masculinos bien ilustrados: del cuñado machirulo que malamente pasa una revisión, al sesudo editor-filósofo comprometido, empático e ignorado, pasando por el caradura superficial y lúdico, capaz de mentir (sin despeinarse y siempre con un vaso de whisky en la mano) con tal de justificar su falta de compromiso.
Tienen pocos dobleces, es verdad; los planteamientos no desarrollan todo el potencial de posibilidades del tema, pero el juego de los intérpretes logra que, con los que toca, te partas la caja de risa en una buena cantidad de situaciones cómicas, bien jugadas, con mucha escucha y agilidad, comicidad y carisma.
Y es que, claro, uno ha acudido a este “favor” porque allí arriba hay dos cómicos geniales como Jorge Kent y Paco Déniz, que junto a Antonio Hortelano y César Camino, estupendos también, juegan, como niños grandes, haciendo que el público de la sala se parta de risa hasta el punto de, en algunos momentos, no dejar oír la siguiente situación.
En la función a la que yo acudí, incluso una espectadora se llegaba a reír (y comentar) tan sonoramente, que acabamos por integrarla en la función.
Si la risa es terapéutica, esta función es una buena terapia.
