El hilo invisible es un musical emocionante, divertido, artísticamente cuidado y muy, muy disfrutable.
La historia parte del libro de Miriam Tirado que, a partir de la historia de un grupo de amigos, trata de explicar las relaciones que nos unen a quienes queremos. Una historia muy sencilla que despierta la empatía, la complicidad, la generosidad y la escucha… no solo de los peques, sino también de los adultos. A veces a nosotros también nos viene bien recordar que sí, que hay hilos invisibles que nos unen a quienes queremos, y que cuidar esos hilos es importante.
El espectáculo está protagonizado por cinco actores brillantes: Beth hace todos los personajes de los adultos de la función, y su empaque y su precisión actorales combinan con una voz preciosa cuando canta. Los actores que hacen de niños son excepcionales: Nerea Rodríguez es pura luz y emoción, Udara Zubillaga hipnotiza con cualquier cosa que haga (qué despliegue de buen rollo, de calidad, de brillo), Alfonso Marsán es divertidísimo (gran acierto usar el acento murciano para su papel) y Luis Páez, que tiene el rol más complejo, sabe combinar perfectamente vulnerabilidad y valentía.
La edad recomendada es a partir de 4 años, pero yo no llevaría a niños tan pequeños si no están acostumbrados a ver teatro. La historia es sencilla de seguir, está contada muy bien y muy clara, y las canciones son tan bonitas y divertidas que enganchan. Pero el trasfondo de lo que se cuenta es tan importante que me parece más disfrutable para niños que tengan al menos 6 años.
En definitiva, si quieres ir con tu peque a disfrutar de un espectáculo de calidad, hermoso, emocionante, con una historia que nos recuerda que la empatía nos hace mejores personas… este es tu espectáculo.
