Como muchos sabréis, El monstruo de colores de la ilustradora Anna Llenas se ha convertido en un clásico entre los más pequeños. Si no lo conocen, les diré que tiene merchandasing y todo. O sea, un verdadero fenómeno. Se publicó por primera vez en el año 2012 y, a día de hoy, los niños y niñas que lo han disfrutado impreso se cuentan por cientos de miles y se encuentran repartidos por muchos países. El protagonista del cuento es un monstruo que no sabe qué le pasa y que gracias a la coprotagonista, una niña muy lista, verá que está hecho un lío de emociones y aprenderá a ponerlas en orden. Padres, madres y educadores aprovechan esta sencilla historia para que los niños y las niñas empiecen a tomar conciencia de las propias emociones.
Esta adaptación con marionetas de Tutatis Produccions y Transeduca, es todo un acierto. Por supuesto que lo es. Un montaje con una buena factura a todos los niveles. Títeres, interpretaciones, música, escenografía … pero, lo más importante, esta producción quiere ser muy fiel al cuento original y lo consigue. Gracias a este buen trabajo, el cuento cobra vida sobre el escenario con gran naturalidad. Los espectadores, los niños y niñas, conocen al milímetro cada detalle de la historia, cada centímetro de sus coloridas páginas, y agradecen un montaje tan concordante con la historia original. Una propuesta que los cautiva desde el principio y los atrapa hasta el final.