El director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Lluís Homar, se mete sobre las tablas de la sede de la Compañía, el Teatro de la Comedia, en las carnes de El príncipe contante, protagonista del clásico de Calderón de la Barca. Inspirada en la historia de Fernando de Portugal, el relato atraviesa algunos de los grandes temas de la humanidad: el amor del príncipe por la mujer del monarca que lo tiene cautivo, la dignidad a pesar de haber perdido la libertad, la fe en bienes mayores o el afán de conquista. Con un elenco que quizás no destaca, el verso de Calderón si resuena firme en las paredes de la sala, mientras una escena prácticamente desnuda, pero plagada de personajes durante las casi dos horas de representación, nos acompaña por este grito ahogado por la libertad, pero no una cualquiera, sino la libertad digna. De todo, me quedo siempre con el gran Lluís Homar.
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