Cuando el pueblo se une, la tiranía cae

Fuenteovejuna

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Fuenteovejuna → Teatro de la Comedia
01/10/2025 - Teatro de la Comedia

Esta adaptación de Fuenteovejuna nos plantea como público las siguientes preguntas: «¿Cómo acabar con la violencia? ¿Por qué se perpetúa siglo tras siglo, años tras año, día tras día?» Durante la representación se muestra de forma realista la crudeza y la belleza de esta obra. No duda en mostrar la violación física y sexual así como el abuso verbal, al igual que se presenta con humor y algarabía la genuidad del amor y la necesidad del honor. Teniendo en cuenta que Lope de Vega se basó en un hecho histórico real que ocurrió en el año 1476 cuando los vecinos de Fuente Obejuna, en Córdoba, se rebelaron y mataron al tiránico comendador Fernán Gómez de Guzmán. Este suceso no está tan lejos de lo que ha ocurrido este año en Nepal, donde las manifestaciones violentas de jóvenes han hecho caer al primer ministro, y con él, al gobierno. Sin duda, Fuenteovejuna es una obra universal que «por suerte» o mejor dicho, por desgracia sigue estando vigente en nuestra sociedad.

Todos los intérpretes están brillantes en escena. Quiero destacar a Cristina Marín-Miró que interpreta a Laurencia. Su monólogo después de sufrir el deshonor por parte del comendador es magnífico. Su energía e interpretación te hace sentir impotencia, horror y ganas de levantarte para formar parte de la revolución que plantea. La propuesta escénica es muy acertada, aunque a veces es cierto que se alude demasiado al símbolo fálico como en la escena de las pistolas. Siento que este elemento podría haber aparecido con más sutiliza para agregar más carga expresiva a los momentos en que saliera. Asimismo, hubo un intento de mostrar a los Reyes Católicos como personajes más «cómicos». Al menos, así los sentí en esta adaptación. A pesar de esto, siento que sus figuras no requerían de ese humor que se intentaba proyectar, pero valoro el intento de reconstrucción de personajes.

El espacio sonoro que se plantea es psicodélico, te atrapa y te imbuyes en él. La propuesta está llena de música, danza y mucho folclore. Lo único que como vasco, tengo que decir que a veces sentía que se acercaba más a una propuesta más norteña al ver danzas similares al aurresku o el irrintzi. Teniendo en cuenta que este pueblo forma parte de Andalucía siento que la elección de este folclore descontextualizaba un poco, pero la propuesta era sugerente y al final lograba que el espectador se sintiera uno más del pueblo. A pesar de que el País Vasco en aquel siglo fuera parte de la Corona de Castilla, ya presentaba de antemano un folclore propio de la cultura vasca. Por lo que tampoco se podría considerar como un «fallo histórico» porque no contradice el marco temporal ni político. Además, la estrategia estético-estilística cumplimentaba el objetivo de escenificación.

Hubo otros elementos que también descontextualizaban como el uso de máscaras u objetos que no eran parte del contexto histórico, pero que agregaban pinceladas futuristas y expresionistas. Aunque lo que más me sacó como espectador, teniendo en cuenta la maravillosa escenografía que presenta la obra con una composición muy llamativa, fue el uso del proyector. Si bien entendí que el recurso se utilizaba para las transiciones y así poder ocultar al pueblo, hubiera tratado de encontrar otra forma más acorde a la estética que mantiene la representación para presentar la ubicación de la corte. Sin embargo, quiero recalcar que la urdimbre de propuestas de cada departamento acababa conectando con la puesta en escena planteada.

Quiero añadir que cuando leí por primera vez Fuenteovejuna, se convirtió automáticamente en una de mis obras de teatro favoritas. Por lo que hoy era inevitable que no resaltara las fortalezas, que destacan en su mayoría, y las debilidades que encontraría como espectador una vez vista la representación. La directora Laila Ripoll crea una mirada única a la par que mantiene la esencia, al menos gran parte de ella, con la que siento que escribió en su momento «El Fénix de los Ingenios». Por ello, creo que esta obra merece un gran reconocimiento y valoro el intento de adaptar una obra tan complicada como siento que es Fuenteovejuna. Sin duda, un espectáculo que recomendaría a cualquier persona y que demuestra como el teatro clásico es vital ahora y siempre.

Por último, no quería dejarme sin mencionar la actitud comprometida de todo el elenco. En el momento de los aplausos, no dudaron en sacar una bandera de Palestina para recordar que si bien Lope de Vega publica esta obra en el año 1619, encontramos que en la actualidad, en el 2025, hay un país sufriendo la tiranía del comendador Fernán Gómez que en términos de geopolítica sería Israel con el genocidio que está perpetuando. Si algo queda claro es que tiranía la hay y la habido siempre, así nos lo recuerda Lope y así lo versiona María Folguera en esta adaptación. Fuenteovejuna es en definitiva, un ejemplo de dar voz a las injusticias.

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