Lisette Oropesa (Lucia di Lammermoor) es la estrella de la noche, la gran diva, como se quiera llamar, pero brilló sobre todo en su escena de la locura tan conocida; control espectacular de voz, tempo, ritmo y cadenzas.
Javier Camarena (Edgardo) no se quedó atrás y su ‘Tu che a Dio spiegasti l’ali’ es digno de echar alguna lagrimilla.
El mito del amor imposible estalla en el corazón de los espectadores a través de la puesta en escena de David Alden con innuendos que tejen una trama enrevesada de la obra de Gaetano Donizetti entre la propia Lucia y su hermano Enrico, interpretado por el imponente Artur Rucinski.
Marca la diferencia la obra en lo musical por la intervención de la armónica de vidrio empleada en el aria de la locura de Lucia (Il dolce suono mi colpì di sua voice) que raramente se utiliza en obras de tal magnitud. Pura magia en el marco de la desolación.