Alex Rojo dirige con mano maestra a un grupo de actores jóvenes llenos de entusiasmo y talento. La historia de Gilgamesh escrita en tablas de arcilla con escritura cuneiforme es la primera novela de la historia. Cierto es que este es un texto duro de trabajar, al que Rojo ha sabido llenar de imágenes y emoción consiguiendo que sea mucho mas fácil para el espectador acercarse a el. Es un espectáculo que combina textos desnudos con bailes, coreografías de pelea, imágenes impactantes y sexo. Han pasado un par de horas desde que este que escribe ha salido del teatro y siguen revoloteando en mi cabeza decenas de imágenes hermosísimas que Rojo ha sabido exprimir de aquellas tablas de arcilla. Resulta curioso imaginar que pensaría el autor de Gilgamesh si pudiera viajar en el tiempo 5000 años y ver su obra representada en un mundo dominado por internet y por lo «fácilmente digerible». Estoy seguro de que le encantaría. Estoy seguro de que miraría al director y a esos cinco actores y los abrazaría. El ya no puede verla, pero le recomiendo al lector que no pierda la oportunidad, porque el 3 de Marzo será la última función.
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