Un espectáculo que nos adentra en la historia de una familia, en torno a la protagonista “la abuela Eva” interpretada por Mónica Aragón, que nos va guiando, de una manera muy dulce, elegante y sentimental, en la historia del primer payaso Aragón, Gabriel, y como él y siguientes generaciones, fueron dando origen y sentido a lo que fueron y son, nuestros payasos de la tele Gaby, Fofó Miliki y posteriormente Fofito y Milikito.
La ficha artística está al completo representada por la familia Aragón, donde junto a Mónica, están Rodrigo, Gonzalo y Alonso. Con ellos, cada espectador vuelve a identificarse con su payaso favorito y sentirse como un niño tarareando a ratos y cantando a pleno pulmón en otros momentos.
Una obra para mayores y pequeños, aunque con muchos más guiños a los primeros, a los de cierta edad, que han crecido con esas canciones y con las bromas de siempre.
Destacan algunos números clásicos, que, según empezaban, vuelven a tu mente, de alguna parte escondida de tu cerebro, reviviendo cada palabra o acción como si la hubieses visto ayer mismo, recordando hasta las palabras y detalles.
El vestuario es increíble, lleno de elegancia, color y alegría, con detalles en cada personaje que hace que todos sean diferentes y únicos.
Destaca de una manera especial la música de los payasos de la tele, si la de siempre, pero en pequeños fragmentos instrumentales y mezclada de una manera magistral para dar pinceladas de prácticamente el 100% de ellas. Una dirección musical maravillosa, que guía la función, los diálogos y nos lleva a rememorar y revivir cientos de momentos del pasado con Susanita, Don Pepito y Don Jose, el auto de papá, la gallina Turuleca…..
Sin duda, no hace falta preguntar ¿Cómo están ustedes?… estamos felices tras volver a ser niñas y niños.