Here comes («aquí viene») un texto repleto de capas, con una propuesta de dirección inteligente, llena de humor y llevada a cabo con una interpretación y un ritmo completamente aplausibles. A pesar de haber algún que otro golpe emocional, la dureza de la historia entra con finura en el espectador gracias a la precisión con la que esta se cuenta. Todo está en su justa medida: no hay nada «de más». Y lo que hay, se exprime al «justo» máximo.
Y tampoco hay nada «de menos»: la obra se aleja de cualquier cliché, componiendo la historia con numerosísimas capas que logran una veracidad absoluta. Jordi Cadellans, Raül Tortosa, Marc Ribera y Sergi Cervera juegan con el humor de forma muy eficaz, aplacando cualquier posibilidad de caer en un sentimentalismo exagerado, y potenciando, al mismo tiempo, la crueldad que acarrea la historia.
Es una obra completamente viva y envuelta en una organicidad exquisita. La dirección de actores, el juego de los intérpretes y la distribución en las dosis de información revelada al público, consiguen que la atención del espectador no decaiga en ningún momento.
¡Here comes una obra recomendable para difundir, reflexionar, sanar y disfrutar!