Jauría es una de las dos piezas escénicas del programa doble de teatro documento de El Pavón Teatro Kamikaze. La dramaturgia nace a partir de las transcripciones del juicio por violación realizado a La Manada a partir de fragmentos de las declaraciones de acusados y denunciantes, que simplemente han sido reordenadas o acortadas, pero sin añadir ningún elemento de ficción textual.
Jauría: ‘Conjunto de quienes persiguen con saña a una persona.’ El suceso escénico arranca con esta idea de fuerza convertida en una potente imagen del elenco en el cubículo, escenario de la agresión, que contiene la esencia de la propuesta. Poner frente al espejo el verdadero trasfondo de los hechos a juzgar: la indefensión de la libertad y la evidencia de la podredumbre humana.
Fran Cantos, Álex García, Ignacio Mateos, Martiño Rivas y Raúl Prieto forman un magnífico quinteto masculino que, junto a una arrolladora María Hervás, componen un reparto soberbio que ensalza una brillante dramaturgia de Jordi Casanovas y una impecable dirección escénica de Miguel del Arco.
Un montaje escénico excelso que te traspasa desde la primera escena cargado de firmeza, víscera y verdad. La dramaturgia, la dirección, la interpretación y toda la puesta en escena se desarrollan de forma eficaz a favor del hecho teatral con un ritmo vertiginoso que el reordenamiento de las declaraciones transforma en un ejercicio vigoroso de perspectivismo dramático. Una propuesta valiente, honesta e inteligente convertida en un brutal puñetazo en el estómago, una descarada bofetada de realidad al modelo de sociedad en el que nos hemos criado, vivimos y del que todavía somos presos.
«Tengo 20 años. Me queda mucho» declaración final que recoge la imprescindible necesidad de liberar el grito desnudo, punzante y de vergüenza al menosprecio y juicio de la libertad humana en el que sobrevivimos rodeados del reflejo de la miseria humana.