Magnífica interpretación y análisis de la pérdida de memoria.
Nos conduce por los entresijos de una mente que se resiste a aceptar los hechos, jugando en escena con la realidad, la ilusión y la fantasía para llevarnos a una situación que solo se compensa con aceptación y cariño.
José María Pou nos transmite una verosimilitud palpable que se completa con el elenco restante y los acertados juegos de luz y sonido.