Ahora que, poco a poco, empezamos a poder ver con un poco de distancia la crisis económica iniciada en 2008, probablemente, resulta más necesario que nunca tratar el tema con perspectiva, profundidad y mirada crítica. En este sentido, Lehman Trilogy es un excelente recordatorio del origen del problema y las dinámicas especulativas que llevaron, finalmente, al colapso de todo un sistema que, de alguna manera, tendría que aprender la lección antes de empezar a caer en los mismos errores otra vez. El espectáculo hace una crítica necesaria y entretenida poniendo el foco en las diferentes generaciones de la familia Lehman, desde su llegada a América en 1840 hasta la quiebra de su banco a principios del siglo XXI. Lo más interesante es cómo, a partir de la vida, las decisiones laborales y los aspectos personales de esta casta y su empresa, han podido explicar la historia del capitalismo y poner en evidencia todas sus miserias. Con números musicales y divertidos juegos escénicos, el montaje consigue combinar el sentido del humor y el dinamismo con una gran cantidad de datos biográficos, análisis e información económica. A pesar de esto, su duración acaba resultando excesiva (más de tres horas con dos entreactos) teniendo en cuenta que la narración no está bien equilibrada: los acontecimientos avanzan demasiado lentamente al principio y acaban precipitándose en el tramo final. En cualquier caso, el quinteto de actores muestra una versatilidad interpretativa y musical memorable y esto permite, en general, disfrutar enormemente de la gran mayoría de los momentos de la propuesta.
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