Aunque tengas en la cabeza la película de Mamma Mía protagonizada por Meryl Streep,(si la has visto, claro), puedes tener por seguro que este montaje te sorprenderá desde el principio. Si dejas a un lado ideas preconcebidas sobre ABBA y sus canciones podrás dejarte llevar por esta historia de amor, desamor, locura y humor.
Es difícil encontrar un musical en nuestra Gran Vía en el que sus actores no sean magníficos cantantes, pero en Mamma Mía además sus protagonistas tienen una vis cómica y una complicidad espectaculares. Me gustaron especialmente Carlos de Austria y Mariola Peña, y por supuesto Víctor Massan, que tuvo momentos mágicos durante sus solos.
Mención aparte merece el cuerpo de baile: toda la obra maravillosos, pero destaco el trabajo de un chico de pelo un poco largo y rizado, delgado (no se el nombre, perdón), una técnica impecable y sin salirse del personaje ni un segundo.
Es una obra que va de menos a más, el número final del primer acto te deja con ganas de seguir viendo más números, y eso hace que la obra no se haga larga a pesar de las 2 horas y media que dura (incluyendo el descanso). Mi hijo (12 años) no conocía la mayoría de las canciones y al día siguiente estaba todo el rato canturreándolas y poniéndolas en casa.
Ve a verlo y deja que el final te levante del asiento como a mí (y a todo el teatro)