Sé que mucha gente habrá visto la película y pensará que Meryl Streep es insuperable y no quieren profanar su imagen viendo este musical en vivo ¡qué equivocados están! Verónica Ronda en su papel de Donna no tiene nada que envidiar a la oscarizada actriz, ni su puesta en escena, ni su fuerza, ni su voz.
La escenografía está perfectamente configurada y te teletransporta a una isla griega con todo lujo de detalle.
Una boda sencilla en un paraje precioso es la excusa, con unos novios que transmiten esa ilusión por crear un proyecto de vida en común y con unos invitados que no pueden faltar, ¿Quién llevará la novia al altar? esa es la gran pregunta que se hace todo el público en el teatro.
A destacar las amigas de Donna, Rosie y Tanya encarnadas en unas actrices con unas voces impresionantes y mucho desparpajo que te hacen mantener la sonrisa cada vez que pisan las tablas y todo el elenco de baile que logran de esta boda griega un espectáculo sin igual.
Porque ir a ver Mamma mía es una apuesta segura, es jugarse todas las cartas, es echar todas las bolas al rojo cuando sabes que ganarás.