Lo bueno y lo malo de ir a ver un espectáculo sin haber leído la sinopsis es que vas a ciegas y en algunos casos te sorprenden, como en esta ocasión. Los primeros minutos fueron un poco desconcertantes y pensaba: ¿de qué irá esta obra? ¿seguirá todo el rato así? Pues no, ese inicio tan extraño, pero tan acertado, es el preámbulo de una obra original, disparatada y llena de enredos. Me sentí como una voyeur sin quererlo y es que al sumergirte en este espectáculo, el espectador descubre la manera en la que se crea una obra: los ensayos, las desavenencias y todo lo que puede salir bien o mal en el proceso creación de un espectáculo. La obra que están preparando es Macbeth y la han elegido de forma sutil y sibilina por el tema principal de la obra de Shakespeare, la ambición. Mañana, mañana y mañana es una mirada, por un lado crítica al mundo de las artes escénicas, pero por otro lado es una forma amena, divertida y original de mirar sin ser vistos, de ser espectadores de lujo.Guillermo Barrientos, Walter de la Reta, Fran Leal y Marian Zapico forman el elenco y cada uno de ellos está muy acertado en su rol y se complementan a la perfección. Mañana, mañana y mañana es una pintoresca, singular, detallista y asombrosa comedia.Necesitaba volver a sorprenderme en el teatro y este espectáculo lo ha conseguido.
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