Migas (de migajas) nos cuenta los avatares de dos amigas actrices que luchan por sus sueños a pesar de los múltiples golpes que reciben por parte de su profesión y de la vida. Una comedia divertida que resalta la vocación de las actrices, que nos lleva a la frustración y nos hace conscientes del inmenso esfuerzo que conlleva vivir de los sueños (o sobrevivir mejor dicho)
La complicidad de Noemi Climent y Rut Santamaría se descubre casi al instante, los gestos y miradas dejan patente la comodidad y la buena energía existente entre ellas, logrando trasladarla al escenario. Nos hacen partícipes de su amor por la interpretación y de su dedicación así como del apoyo incondicional de ambos personajes que están dispuestos a participar en cualquier proceso creativo por muy bizarro que parezca.
Por su parte, la directora, Chos, las dirige de una forma magnífica, manteniendo el equilibrio entre ambos personajes y resaltando las partes más cómicas consiguiendo sacar más de una carcajada con escenas cotidianas que desprenden retazos de un surrealismo hilarante.
Migas (de migajas) es una obra con un buen cierre donde nos hace plantearnos si las actrices nacen o se hacen, donde se pone en relieve la resiliencia y la persistencia de los personajes que no dejan de perseguir sus sueños por muy negro que esté todo.
