Stefano Massini se inició en el mundo teatral bajo el cobijo de Luca Ronconi y del Piccolo, teatro que dirige desde la muerte de Ronconi en 2015. En este templo mundial estalla tanto en su faceta de dramaturgo como en la de director de escena. Si unimos un texto bestial y demoledor a la dirección de uno de los directores de escena más prestigiosos del mundo, Lluís Pasqual y dejamos que Miriam Iscla, un monstruo escénico haga de medium entre el mundo «real» y Anna Politkóvskaya el resultado sólo puede ser una bomba de relojería que estalla y nos asola cada tarde en la Margarita Xirgu. Uno se esos acontecimientos teatrales que suceden cuatro o cinco veces al año. Lo más de lo más y lo mejor de lo mejor. Impagable e imperdible. Si Anna llegó a ser una mujer «no reeducable», perdida e imposible para la causa, intentemos que nuestras mentes sigan creciendo y viajando por los caminos de la razón. Y viendo este trabajazo, el impulso de libertad es una razón en sí misma.
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