Blancanieves, La Bella Durmiente, Cenicienta y Bella son cuatro de nuestras princesas Disney que, ¿Quién no conoce sus historias? Ellas ya están cansadas de que se redecore la historia de sus cuentos/vidas y no se cuente la verdad de cómo en realidad se sienten o de los problemas que sufren a diario, y ha llegado el día en el que han decidido rebelarse. Y es que como en la vida misma mostramos solo lo que está socialmente aceptado, a veces nos autoengañamos y no queremos reconocer que aquellos mensajes y educación que recibimos desde pequeños no siempre eran los correctos, y que además justamente éstos son los que no nos ayudan ‘a ser felices y comer perdices’, en el caso de que nos gusten las perdices.
Con mucho humor inteligente, reivindicativo e irónico durante toda la obra, las cuatro amigas se reúnen en lo que parece más bien un grupo de terapia semanal dónde las princesas se desahogan y se sinceran las unas con las otras comentando lo que les parece bien y mal de sus propias historias y de la historia de la de al lado, convirtiéndonos en testigos de cómo se abren los ojos las unas a las otras en sus propios ‘cuentos’ y nunca mejor utilizada la palabra en todo su contexto.
No me toques el cuento dirigida por Olivia Lara y con un elenco variable que no se desvela hasta 30 minutos antes de la obra, es una comedia muy divertida y gamberra que no te puedes perder, que te hace reír y reflexionar a partes iguales sobre cosas que desde pequeños nos han inculcado hasta en los cuentos y tomamos como si fueran normales. Con una banda sonora protagonizada por las risas del público, y unas princesas muy Disney por su vestuario y atrezo mezclado con reivindicaciones y perlitas propias de Bronx, hacen que esta obra cuente tras varias temporadas con un casi o total ‘sold out’ en cada una de sus funciones. No dejes pasar la oportunidad de ir a verlas y que solo te lo cuenten.
