A las obras de teatro que más miedo tengo y me dan son los monólogos, ya que todo recae en una sola persona y si ese texto es anodino o no tiene fuerza, o si ese actor o actriz no está en estado de gracia ese día, todo se puede desmoronar.
En Orgullo SOS, tenemos un solo personaje, el de Reinaldo o Rei, pero él mantendrá conversaciones con otros personajes, que no conocemos, ni vemos y llevará el peso de la obra de una forma distinta al de un monólogo al uso. Alberto Rojas es el protagonista de Orgullo SOS, una comedia que va uniendo la risa con la emoción de un texto que es muy dinámico, que es como una montaña rusa de sentimientos y sensaciones constante, nunca sabrá que viene a continuación.
Un teléfono que es el que usa el protagonista en escena, como altavoz, como forma de dar un golpe en la mesa, como manera de desahogarse, pero no con cualquiera, todos y todas deberían tener a un Reinaldo en su vida: sin pelos en la lengua, honesto, empatico, que esté en lo bueno y en lo malo, etc.
Orgullo SOS es de esas obras que sabes cómo empieza, pero no cómo terminará y es algo que siempre me ilusiona y emociona.Esta obra es de esos monólogos poco habituales en los que el espectador va a vivir una pequeña lección de vida sin esperarlo.