Juan Echanove dirige Ser o no ser, la adaptación teatral del clásico cinematográfico de Lubitsch. Un montaje ambicioso con una gran factura técnica y un equipo artístico de notable talento escénico. La obra es una comedia que guarda dentro la tragedia de los hechos que acontecen y rodean a la acción, y que cumple con excelente acierto su traslación al código escénico.
El argumento parte de un conflicto de celos entre el matrimonio Tura por una supuesta infidelidad de Maria Tura y una trama principal de espionaje en torno al espía alemán Silensky. Con el sacrificio de algunas escenas y la adaptación de otras, el espectáculo mantiene fresco la esencia original. La propuesta mantiene la fidelidad de la cinta en el empleo humorístico lleno de diálogos y chistes ingeniosos que forman parte del juego cómico de identidades de los personajes. La puesta en escena acompaña al ritmo trepidante con la inclusión de proyecciones grabadas a modo de documental que sirven de explicación de asuntos claves de la obra.
Un reparto de siete actores defiende con fuerza y credibilidad una comedia hilarante en la que todo parece fácil, pero cuya ejecución responde a una milimétrica coordinación del equipo técnico y del elenco. Todos brillan y demuestran un gran trabajo colectivo con una eficaz dirección de Echanove. Durante las más de dos horas que dura la función, el espectador permanece atento y sin perder detalle de una obra con un espíritu político profundo, que nos hace espantarnos y reír al mismo tiempo de todas las atrocidades vividas en nuestra historia en el pasado y de las que todavía, lamentablemente, seguimos padeciendo.