Josep Maria Flotats vuelve a los escenarios de Madrid para dirigir e interpretar la obra Serlo o no de Jean-Claude Grumberg, un escritor francés, hijo y nieto de deportados asesinados en uno de los campos de concentración nazis.
Hay que señalar que es la primera vez que se representa una obra de este autor a casa nuestra. Pienso que ha sido un gran acierto por parte de Flotats y un gran descubrimiento para todos nosotros. Grumberg en Serlo o no aborda el tema del judaísmo, un hecho que le toca de bien cerca. Lo hace con un estilo propio. Grumberg está considerado el autor trágico más divertido de su generación; él busca la parte cómica de las cosas series dándonos risa y emocionar a la hora.
La obra ha sido fielmente traducida por en Salvador Oliva, que ha sabido conservar su cariz irónico y divertido. Es un texto ingenioso, divertido y con muy sentido del humor, que nos da risa hasta todo de situaciones y hechos muy serios .
La obra nos muestra la necesidad que tenemos los humanos de querer formar parte de alguna comunidad, y de los estereotipos que nos traen a etiquetando a las personas por la simple razón de pertenezca a una religión o ideología diferente que la de un mismo.
Flotats dirige este espectáculo con la ayuda de Pep Planas y comparte protagonismo con el joven actor Arnau Puig. Los dos actores interpretan a un vecinos que se encuentran muy a menudo en el rellano de la escalera donde viven. Un día uno de ellos descubre por internet que el otro es judío. A partir de aquí empiezan unas conversaciones entre dos vecinos sobre la identidad y las creencias. Uno es creyente y el otro agnóstico. Los diálogos son llenos de un humor muy inteligente que nos trae a reflexionar sobre la condición humana, como el compromiso ético, social y moral, la lengua, la cultura, la historia…
¿Se puede ser francés y judío a la vez?
¿Se puede ser judío y no ser practicante?
¿Es más creyente el que practica su religión?
Serlo o no… La polémica está servida.
VALORACIÓN: *** ½