La historia del taxista bígamo es uno de los vodevils de más éxito de las últimas décadas, al menos dentro del mundo anglosajón. El británico Ray Cooney, autor de piezas tan conocidas como Políticamente incorrecto, Dinero negro o Locos del bisturí, escribió Taxi el 1982 y desde entonces se ha representado infinidad a veces. Ahora Josema Yuste la ha recuperado con la sana intención de entretener y hacer pasar un buen rato. Si sois un público que sólo busca esto y que conoce bien las reglas del vodevil, seguro que esta obra no os decepcionará. A diferencia de estos inventos que se hacen a menudo, donde se presentan obras por el estilo interpretadas por actores que no se las creen, en Taxi todos los que están encima del escenario saben muy bien que quieren ofrecer. Han trabajado a menudo en el género y van directamente al objetivo, ya sea recurriendo a tópicos, trucos de manual o chistes de gusto dudoso. Taxi no lleva a engaño. Puede gustar más o menos, pero promete lo que anuncia y lo ofrece sin reserva alguna. A Madrid llega con un cambio en el reparto: Sergio Fernández El Monaguillo en vez de Felisuco, que interpretó el mismo papel en Barcelona y otras ciudades.
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