No hay duda de que la dupla creativa conformada por Andrea Jiménez y Noemí Rodríguez, Teatro en Vilo, abre el melón con su inquietante espontaneidad a los grandes temas que atraviesan nuestra sociedad. No podía faltar el del machismo intrépido con el que luchamos el día a día, de forma invisible y aceptada, navegando en tópicos que construyen y destruyen nuestros idearios o nuestra firme intención de derribarlos. La obra Man Up, con sus dos horas de duración, pone sobre el escenario a cuatro hombres que se enfrentan a las consecuencias más básicas de la cultura machista, asumiendo su condición de hombres desde la perspectiva del trauma infantil, la concepción equivocada o no de lo que es ser macho hoy en día o el sentimentalismo, sirviéndose de un sin fin de recursos que mantienen al público inmóvil, obnubilado por la fiereza y evidencia de las afirmaciones, mientras escapan reductos de risa que rozan este absurdo rutinario que conforma nuestra vida. Es necesario que el teatro ponga sobre la mesa este tipo de temas, es obligatorio escucharlos con atención y aceptar su consistencia, es clave que obras como esta propongan una evolución social, a través del acoso y derribo de las verdades universales que, en este mes del orgullo, deberían proponer una sociedad más igualitaria para todos los que vivimos en ella.
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