Si hay algo que te atormenta, te inquieta y te perturba; ven a ver a Karim en el Teatro Arlequín. Verle en escena es sinónimo de buen rollo, sentido del humor, trabajo bien hecho y un texto muy inteligente. Los prejuicios y «el quedar bien» los dejamos para otras situaciones. Karim nos suelta perlas con las que estamos todos de acuerdo pero no nos atrevemos a verbalizar en público, eso sí; nos las dice con coherencia, conocimiento y disfrute.
Lleva años haciendonos reir y disfrutar con sus monólogos: «Muertos de Risa», «Solo para Adultos» y «kamino de Risas» entre otros muchos. En esta ocasión nos leerá las cartas (a su manera, claro), nos sorprenderá con su dialéctica jocosa y nos asombrará con su magia la cual nos dejará con la boca abierta.
Lo menos reseñable son las predicciones ya que lo mas importante es que nos va a hacer reir, disfrutar y pasárnoslo bien en un espectáculo al que no le falta de nada. El teatro estaba lleno cuando fuí y no hubo nadie que no gozara. El público participa en la obra desde el patio de butacas y cuando sube a escena (sí, en esta obra te saca al escenario pero por una vez, estamos deseando que lo haga).
En los tiempos que corren deberían recetarnos a Karim para quitarnos todos los males, aunque claro; cubierto por la Seguridad Social…
