Alberto Conejero será el nuevo director del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid

José Antonio Alba

El dramaturgo y director Alberto Conejero ha sido finalmente nombrado como nuevo director del Festival de Otoño, cargo del que toma posesión tras el paso de Carlota Ferrer, anterior responsable del cargo, cesada a principios del mes de diciembre por la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid.

Han pasado las semanas y el recientemente galardonado con el Premio Nacional de Literatura Dramática ha resultado ser la persona propuesta por Marta Rivera de la Cruz, Consejera de Cultura y Turismo, para ponerse al frente de este festival a partir de su 38º edición: «Es un honor, una gran responsabilidad y también una alegría ser el próximo director del Festival de Otoño, uno de los más importantes del país y, sin duda, el más señero de la Comunidad de Madrid» ha dicho en su presentación ante los medios, en una convocatoria que ha tenido lugar en los Teatros del Canal.

El autor de títulos como La piedra oscura, Cliff, Todas las noches de un día o La geometría del trigo, con la que se estrenó como director, ha declarado: «Ojalá pueda servir dignamente yo ahora a la tripulación de hombres y mujeres que han luchado y luchan por entregar a la ciudadanía más cultura, más teatro, más danza, más poesía… que siempre es más vida, más dignidad y más horizontes». Conejero no ha querido olvidarse de sus predecesores en el cargo: José Luis Ocejo, Pilar Izaguirre; Alicia Moreno, Ariel Goldenberg, Carlos Aladro y Carlota Ferrer, presentándose como un nuevo eslabón de esa cadena que configuran dichos nombres «espero aprender de sus logros y de sus hallazgos».

«Son muchos los retos que se plantean, mucho el trabajo por hacer desde hoy mismo. Confío en tener el apoyo e impulso de mis compañeros y compañeras» ha comentado durante la presentación para posteriormente dar a conocer el grueso de su propuesta.

10 OBJETIVOS PARA UNA NUEVA ANDADURA

Dentro del programa presentado por Alberto Conejero, nos encontramos diez objetivos principales que vertebrarán la nueva edición del Festival que está previsto que se celebre del 15 de octubre al 15 de noviembre y que contará con un presupuesto de 1.500.000€. Entre los objetivos está la intención de descentralizar el Festival de Otoño en un intento de llegar al mayor número de espectadores posible dentro de la Comunidad de Madrid, de esta manera se ampliarán las sedes y escenarios del festival, llevándolo a municipios, poblaciones y barrios fuera de la almendra central «El Festival tiene que salir al encuentro de nuevos espectadores, desplegarse allí donde no se le esperaba, buscando desplazamientos de un territorio a otro, tránsitos de unos espacios a otros, favoreciendo nuevas oportunidades de encuentro, que desafíen la dicotomía entre centro y periferia». Y de alguna manera recuperar el ambiente «festivo», sacándolo a las calles y programando, además de teatro, conciertos, recitales poéticos y exposiciones en espacios que vayan más allá de las propias salas de exhibición como cafés, librerías, bibliotecas, etc…

Otra de las grandes apuestas que propone el nuevo director es poner la mirada del Festival sobre el teatro iberoamericano, dedicándole cada edición a uno o dos países de la zona «Por su posición geográfica, la Comunidad de Madrid puede convertirse en el punto de encuentro escénico entre Iberoamérica y Europa».

Más novedades que se han anunciado: La integración, a partir de ahora, del SURGE como parte del propio Festival, en un intento de dar cabida y visibilidad al conjunto de las Salas Off madrileñas dentro de su programación «Se prestará especial atención a la renovación escénica, apoyando los trabajos de los creadores más jóvenes e impulsando el diálogo intergeneracional» o la intención de establecer diálogo con otros festivales del país «Especialmente con aquellos que dan cuenta de nuestra diversidad lingüística, cultural y social» y la creación de un apartado denominado Agora donde se abrirá un espacio al encuentro, el debate y la reflexión que vaya más allá del propio hecho teatral.

Evidentemente no faltarán los talleres y encuentros con profesionales nacionales e internacionales «Buscando la transmisión de conocimientos, la hibridación entre lenguajes y poéticas y vínculos entre creadores» y se hará especial hincapié en priorizar las propuestas que promuevan la inclusión, la diversidad y la accesibilidad «Desde la salvaguarda de la libertad de discurso de los creadores, potenciaremos aquellas propuestas que recojan la pluralidad de nuestra sociedad y la labor de las compañías que crean en el valor poético y ético de la diversidad». Además de garantizar el acceso a las actividades del Festival de colectivos con menor poder adquisitivo y que se encuentren en situación de exclusión cultural.

Un prometedor primer paso de lo que significa un nuevo rumbo para el Festival de Otoño y del que iremos sabiendo más a lo largo de los próximos meses.

José Antonio Alba / @joseaalba

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