Esta temporada las palabras de Antonio Buero Vallejo vuelven a los teatros públicos de la capital y lo hacen con Mario Gas recuperando El concierto de San Ovidio para el CDN. Una función que según nos comentó el director, le dejó marcado desde que la vio a los 15 años en el desaparecido Teatro Calderón de Barcelona y que pasó a formar parte de los títulos “que uno tiene en un cajón para montar algún día”.
Han pasado 15 años desde que el CDN puso sobre sus tablas Historia de una escalera, el último texto de Buero Vallejo estrenado que se ha podido ver en un teatro público, hasta ahora. Tras mucho esperar, entre conversaciones e intentos fallidos por recuperar la obra del autor para los escenarios, ahora podemos volver a revisitarlo gracias a los esfuerzos, tanto por parte de compañías privadas, véase La Joven Compañía que en breve traerá En la fundación al Teatro del Conde Duque, como por los teatros públicos con Ernesto Caballero al frente. Este texto de Buero Vallejo, del que, como dice Mario Gas, solo se han “expurgado ciertos aspectos” que no encajaban con la forma de hacer teatro en el 2018, ha sido respetado y ha contado con el apoyo de la familia del autor, quienes expresaron su deseo de que fuera el propio Mario Gas, quien ya intentó en varias ocasiones recuperarlo para las tablas, la persona que estuviera al frente de la producción.
El concierto de San Ovidio es una parábola en la que la lucha de clases queda patente, con el autor planteando una historia de escarnio, humillación y culpas en una sociedad completamente dividida, de esclavitudes solapadas, que está a punto de estallar; recordemos que los hechos de El concierto de San Ovidio transcurren en el año 1771 y la Revolución Francesa estalló en el 1789. Una historia donde además Buero Vallejo también encontró espacio para la ternura y las historias de amor. Una denuncia contra las élites que “cada vez son menos, pero ganan más”, como dice el director de la producción, y que se aprovechan de quien es diferente. Una mirada al pasado refleja con claridad nuestro presente, de ahí que se haya querido respetar la época, reforzando el sentido de parábola que el autor pretende.
Ante todos esos comentarios que siempre han tildado el teatro de Buero Vallejo como “pasado de moda”, Mario Gas rompe una lanza en su favor recordando el acontecimiento social que suponía el estreno de sus textos o el estilo tan reconocible, «merecedor de estar en constante revisión» para acercarlo al público del S. XXI y comprobar “la pasión y la compasión” que transmitía y sentía por sus personajes, además del retrato generacional y su maestría para ‘despistar’ a la censura de la época.
Un elenco de 14 artistas se dará cita sobre las tablas del Teatro María Guerrero; recordemos que El concierto de San Ovidio tiene el doble de personajes, pero dadas las circunstancias en las que se halla el panorama teatral actual, una producción de semejante calibre sería inviable, por lo que el apoyo en los recursos escénicos como la videoescena a cargo de Álvaro Luna, la escenografía de Jean-Guy Lecat o la iluminación de Felipe Ramos ha sido fundamental para preservar la historia que Buero quiso poner en escena.
Texto José Antonio Alba
Fotos marcosGpunto