Hoy la cosa va de muchas risas. La primera obra de teatro profesional que pude pagarme con mis ahorros fue 666 de Yllana, en el año 2000, y desde ahí me enamoré de esta compañía y de su forma de hacer teatro tan universal como disparatada. Hoy tengo la oportunidad de sentarme con cuatro de los cinco integrantes de esta locura tan bien engrasada. Nos falta Marcos, que se ha quedado en Mallorca (¿quién le puede culpar?), pero Joe, David, Fidel y Juan nos han contado lo que hay detrás de cada uno de sus espectáculos y nos han puesto los dientes largos destripándonos los entresijos de esta gran familia del teatro que esperemos que dure muchos años más.
Empecemos por el principio. Porque yo creo que el público puede estar algo perdido. Yllana es un poco como Mocedades, que sois muchos y vais cambiando el elenco. Contadnos un poco quiénes sois.
David: Hemos pasado por muchas fases, porque inicialmente Juan, Joe y Fidel, que eran actores y yo los dirigía, ahora son directores. Hacemos todos de todo. La compañía ha ido creciendo y transformándose. Y ahora somos un grupo creativo que nos encargamos de realizar los proyectos que hay sobre la mesa.
Juan: La gente escucha Yllana y lo reconoce como concepto, y eso es lo que queríamos. Una cosa es la compañía y otra es toda la gente que hay detrás. La gente escucha el nombre y da igual cuál sea el espectáculo, que ya saben que se lo van a pasar bien.
David: Hemos conseguido una marca, que eso para cualquier artista es algo diferencial.
La gente os asocia con el teatro gestual. ¿Habéis elegido este tipo de teatro porque os da pereza aprenderos los textos o para no decir nada por lo que os puedan cancelar?
Fidel: No, es una casualidad. En el Club de Amigos de la Unesco nos propusieron hacer una obra sin palabras para un congreso internacional como reivindicación política. Y a partir de ahí surgió lo atractivo de ese humor sin palabras, que es internacional y que nos abrió las puertas de todo el mundo.
Juan: Imagínate ir a sitios donde las culturas son totalmente diferentes y te das cuenta que se entiende lo que haces. Indudablemente, hay que adaptar cosas, pero al público le llega. El concepto se entiende: el amor, el odio, la vida, la envidia…son cosas universales.
David: Lo curioso es que nosotros no hemos estudiado teatro en la vida. Somos una compañía que ha aprendido con el público, a base de intuición y un talento que hemos ido trabajando y cultivando.
Tengo aquí unos datos: 34 años en el escenario, 40 espectáculos, 48 países, más de 6 millones de espectadores, más de 16 mil representaciones. Me falta un dato…el número de veces que os han preguntado por qué no hay mujeres en Yllana.
Fidel: ¿Por qué no hay mujeres en los Beatles? Es una casualidad. Se crea una compañía y crece de esa manera. Luego vienen las compañeras, que en el escenario llevan mucho tiempo. Pero sobre todo las tenemos en logística, que para esa área queremos gente inteligente. Nosotros nos dedicamos a hacer las payasadas.
David: Tenemos como cómicas varias mujeres trabajando en nuestros espectáculos. Pero nosotros nos juntamos y creamos la compañía tal cual. No hay ningún tipo de «esto sí y esto no». Surge de forma natural.
Imagen del espectáculo ‘666’ de Yllana
¿Cómo es ser artista y empresario a la vez? Porque son dos cosas que requieren habilidades muy diferentes.
Joe: Sí, se requiere mucha versatilidad. El dominio de lo administrativo es un área muy propia de lo que es montar un espectáculo, la producción. Todo esto viene dado por el crecimiento de la compañía. Hemos ido aprendiendo con el día a día. Y sí, requiere cosas diferentes, la mente que se enfoca a la creación por un lado y luego tienes que aplicar otro enfoque para cuestiones más serias, digamos.
David: Lo bueno es que, haciendo tantas cosas, tienes una visión más global de lo que hay detrás. Cuando entiendes todas esas facetas sabes mejor dónde colocarte. Cuando empezamos, mi hermano Marcos se dedicaba a la producción y a vender los espectáculos. Teníamos una infraestructura antes de tener dinero. Es importante tener en cuenta que esto, antes que nada, es una industria.
Fidel: Los primeros años hacíamos de todo: montábamos, sonido, cargábamos la furgoneta…luego fuimos creciendo, compramos el Alfil y tuvimos que contratar gente…Lo más atractivo es la creatividad, pero te rodeas de gente que hace lo demás y lo hace muy bien.
Juan: Hay una especie de inercia de tirar de un carro. Ha habido problemas: la pandemia, la crisis del 2008, pero al ser equipo hemos ido todos a una y eso es muy importante para sobrevivir en esta profesión.
Os habéis atrevido con temas muy escabrosos: la guerra, el cambio climático, la pena de muerte… Decidme la verdad: ¿es el mandato de Trump una obra de Yllana?
Fidel: Podría ser. Por desgracia. El mundo es como es. Yo creo que hay una estupidez alarmante. Yo reconozco que soy estúpido, aunque por suerte vivo de mi estupidez. Pero soy de los que piensa que te puedes reír absolutamente de todo.
Juan: Ahí está la obra de Brokers, que se adelantó a este rubio maravilloso con el concepto de conseguir el éxito, de estar por encima del bien y del mal y hacer del dinero una forma de entender la vida. Y esto lo hicimos cinco o seis años antes de que subiera Trump al poder.
David: Siempre estamos atentos a lo que está pasando. Somos artistas pero también somos ciudadanos. Nunca nos posicionamos políticamente, porque damos a todos los lados, pero nos gusta hablar de cosas que pueden resonar en la sociedad. Y sobre todo nos encanta provocar.
¿Os habéis adaptado a la cultura de la cancelación bajándole un poco a la irreverencia?
Fidel: Nosotros vamos tirando. Lo que pasa es que depende del tema que toques y de cómo lo toques.
Juan: Yo creo que sí que hemos bajado un poco el nivel de irreverencia. La obra de 666 marcó un límite y la verdad es que, después de más de 25 años, la seguimos haciendo exactamente igual, pero sí que con los proyectos nuevos hemos ido rectificando un poco.
‘PaGAGnini’ es el espectáculo que Yllana coproduce junto a Ara Malikian.
Ahora mismo tenéis varios espectáculos en cartel. Pero para los que somos pobres como una rata camboyana y tenemos que elegir cuál ver…¿cuál es vuestro favorito?
Joe: Bueno, ahora mismo el que acaba de estrenar, que es Madness. También tenemos en cartel a los PaGAGnini.
Juan: Lo que decíamos antes, es juntarse con otro tipo de artistas y explorar otro tipo de humor. Ninguno de nosotros toca el violín, y hemos hecho un espectáculo de eso.
David: De hecho, estamos preparando un espectáculo de flamenco internacional. Es coger un arte concreto y ponerle el punto de vista de Yllana. Somos súper adaptables. Nos fusionamos con la gente para generar nuevas cosas.
Joe: La continuidad se trata de asumir nuevos retos. Nos hemos metido en géneros musicales, eventos inmersivos… Evidentemente, nos rodeamos de expertos en esas áreas, pero nos gusta crecer con nuevos retos.
Bueno, pues que sigan los retos por muchos años más. Desde luego, el legado que vais a dejar me parece maravilloso y, además, sin precedentes. Muchísimas gracias por estar aquí con toda la gente de Teatro Madrid.
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