No todos los musicales vuelven una segunda temporada, y menos con la potencia con la que lo ha hecho Anastasia, el musical. Una producción de Stage Entertainment que aterrizaba en el Teatro Coliseum de Madrid como segunda plaza tras su estreno en Broadway y que ahora, tras lanzarse en esta segunda temporada, ha logrado superar las 500 representaciones y llegar a ser vista por más de medio millón de espectadores. Un éxito de público que además ha sido reconocido con siete galardones en la última edición de los Premios del Teatro Musical y dos en los Premios del Público de BroadwayWolrd Spain.
Si echamos un vistazo al elenco, nos encontramos con nombres que ya son figuras de nuestro teatro musical como Jana Gómez, Íñigo Etayo, Silvia Luchetti, Javi Navares, Angels Jiménez o Carlos Salgado. Precisamente con Carlos Salgado, actor al que hemos podido ver en títulos como Billy Elliot, Los Miserables, La Bella y la Bestia o Don Juan, el Musical, hemos querido charlar para hacer un repaso por estas dos temporadas de éxito en la Gran Vía, conocer cómo es trabajar en un espectáculo como Anastasia, el musical y, por supuesto, saber más de Gleb, el «malvado» con dilema existencial al que da vida.
Teatro Madrid.- Carlos, ya son dos temporadas dando vida a Gleb en Anastasia, ¿cómo está resultado la experiencia?
Carlos Salgado.- Fascinante, ha sido, sin duda la mejor experiencia profesional de mi vida, hemos tenido mucha suerte al ser el segundo `cast´ del mundo en afrontar este proyecto porque nos ha dado acceso a los propios creadores y a poner nuestro granito de arena en los últimos matices de la composición final.
TM.- ¿Qué ha supuesto para ti meterte en la piel de Gleb?
CS.- Una aventura vertiginosa, estoy aprendiendo mucho de este personaje, desde el primer día ha sido una enriquecimiento brutal. Y me está dando muchísimas satisfacciones.
TM.- ¿Es posible hacer evolucionar un personaje dentro de un musical al que podríamos denominar “réplica” y donde prácticamente todo viene medido?
CS.- Pues sí, por supuesto, porque lo único que vienen definidos son los «limites», dentro de esos límites siempre hay margen de maniobra. Yo pude crear al personaje desde mí, acentuar lo que a mí y mis directores nos parecía más importante. Concretamente en esta producción hemos tenido la oportunidad de aportar cosas a la creación. Al ser el segundo país del mundo, los creadores seguían ultimando detalles con nosotros para lo que ha sido el resultado final. Un ejemplo es que Stephen Flaherty, el compositor, cambió una nota de mi personaje aquí en España. Yo fui el primero en hacer esa nota distinta y, desde entonces, allá donde se haga el musical, esa nota ahora es así. Formamos parte de los últimos coletazos del proceso de creación.
TM.- Gleb es “el malo” de la historia, pero un personaje como este tiene una historia, unos antecedentes que lo han llevado a ser como es, ¿cómo describirías a tu personaje? ¿Desde dónde lo has enfocado?
CS.- Es un hombre, nada más. Él mismo lo dice. Un hombre con una gran convicción, gran dedicación, que no flaquea en sus ideales y se toma su trabajo muy en serio porque, todo lo que pretende el movimiento del que forma parte, es un bien mayor. Piensa que el fin justifica los medios. Con un pasado lleno de traumas, que regatea como puede, hay que sumarle un sentimiento de profundo amor por Anya y un futuro cada vez más incierto.
He querido enfocarlo con el peligro que le da el absoluto poder que tiene, pero sin esquivar la oportunidad de ahondar en todos y cada uno de los sentimientos que recorre durante toda la obra. El abanico es realmente amplio y sus conflictos puramente humanos.
TM.- ¿Qué aspectos son los más exigentes para ti dentro de esta producción?
CS.- La partitura. Sin duda es una partitura muy exigente a nivel vocal, exige una disciplina extrema para poder realizar 8 funciones a la semana de manera óptima.
TM.- ¿Con qué momento del musical te quedas?
CS.- Mi momento favorito es mi última escena con Anya.
TM.- No todos los musicales son capaces de volver una segunda temporada, ¿qué crees que tiene Anastasia que ha atrapado de esta manera?
CS.- Es un musical sumamente exquisito en los pequeños detalles, genialmente compuesto a nivel musical, fantástico en lo visual, compacto y funcional. Y lo más importante, totalmente artesanal. Es absolutamente redondo.
TM.- Has participado en musicales de la talla de Billy Elliot, Los Miserables, Bella y bestia… Una trayectoria de personajes de marcado carácter como Tony Elliot, Gastón, Bestia, Enjolras y ahora Gleb, ¿cuál de todos ellos es el que te ha supuesto un mayor reto y por qué?
CS.- Gleb ha sido mi primer protagonista titular, la primera vez que puedo crear sin tener una referencia anterior (exceptuando la de Broadway), con la oportunidad de tener feedback de los propios creadores, y además con la sensación de que estaba hecho a mi medida, ha sido el mayor reto y a la vez, la ocasión en la que más simbiosis he sentido con un personaje, desde los castings.
TM.- ¿Qué otro rol te gustaría interpretar o qué musical es tu sueño dorado?
CS.- Siempre he querido hacer Judas en Jesucristo Superstar, me encantaría hacer un Jorobado de Notre Damme o un Fantasma de la Opera. Hay tantas cosas que deseo hacer…
TM.- Tal y como decíamos, has participado en grandes títulos de musicales en nuestro país. Desde tu punto de vista, ¿cómo ves la evolución del género en España?
CS.- Creo que la evolución está siendo muy positiva, cada vez hay más y de mejor calidad lo que hace que cada vez haya más público dispuesto a entrar en el teatro.
TM.- Supongo que dos temporadas dan para más de una anécdota, ¿nos podrías contar alguna?
CS.- Después de más 300 funciones un día en un momento en el que canto «… intentan eludirnos pero al fin caerán…» tuve un blancazo absoluto y mi mente sólo fue capaz de pensar: «Palabras, di palabras» y dije : «… es hora de morirnos y aquí ya está…» lo que supuso que el director musical desapareciera y solo se le vieran las manos, tuvo que meterse la cabeza casi entre las piernas del ataque de risa que le dio y yo tuve que aguantar como pude la vergüenza.
José Antonio Alba / @joseaalba
Fotos cortesía de Stage Entertainment