La Compañía de Circo «eia» trae a Madrid su propuesta escénica Nuye, que significa ‘nosotros’ en napolitano. Su quinta producción sigue con la misma filosofía que sus primeros espectáculos: poner en el centro de las creaciones las relaciones humanas. «Con Capas nos interrogábamos sobre las dinámicas de familia; con inTarsi, sobre la relación entre el individuo y el colectivo; con Espera, sobre la relación actor-espectador, y ahora queremos hablar de las relaciones de pareja», explica Armando Rabanera, que codirige el espectáculo junto con Fabrizio Giannini y Roberto Magro:» Queremos huir del concepto de pareja sentimental para centrarnos en los ingredientes mágicos que hacen que dos personas se encuentren y se unan para siempre y por encima de todas las adversidades».
Nuye es un proyecto que surge de la exploración de las diversas dinámicas de las relaciones de pareja. La compañía plantea una reflexión que parte de la experiencia vivida durante el confinamiento, un momento de introspección y de investigación interna que, a su vez, ha enfatizado la necesidad de relacionarse con los demás: «Reflexionamos sobre la necesidad que tenemos de buscar constantemente esta mitad que conforma la pareja y que empieza, primero, conectando con nosotros mismos y con todas las mitades de nuestra personalidad, y luego, saliendo al exterior para buscar en los demás este complemento: la pareja», comenta Rabanera. Todo tiene lugar en un escenario ocupado por una pared modular que toma vida, con sus agujeros, puertas y un trampolín, y que, como nosotros, tiene muchas caras. El objetivo de los ‘eia’ es bien claro, que tengamos ganas de relacionarnos: «Queremos que el público salga con ganas de llamar a ese amigo que no ven, con ganas de hacer nuevas amistades o de encontrar aquella otra mitad que por el mundo y que aún desconocen».
El proceso de creación no ha sido sencillo, el espectáculo se gestó en tiempos de pandemia, a través de las pantallas, todo un reto que también han plasmado en el espectáculo: «La experiencia no ha sido agradable. Por un lado, ha hecho que tengamos más ganas de encontrarnos en el escenario, pero también nos ha obligado a redescubrirnos y a estar lejos de las personas que queremos. Todo ello ha influido en la creación y la dramaturgia del espectáculo».
Nuye será el primer espectáculo que hacen sin presencia en escena de sus fundadores: «No supone un adiós de los escenarios, necesitamos un poco de distancia y hacer una pausa», dice Rabanera, y añade: «Ha llegado el momento de pasar nuestro legado a una nueva generación, tanto nuestra manera de ver el circo como nuestra manera de crear». La compañía incorpora tres parejas de acróbatas nuevos que engloban todas las combinaciones de género, y se ha rodeado de colaboradores conocidos como el dramaturgo Roberto Magro, la coreógrafa Michelle Man y los compositores musicales Cristiano y Davide della Monica: «Hemos intentado transmitir nuestra manera de entender la creación, intentamos que la mayoría de decisiones sean democráticas. Poco a poco hemos ido dando a estos artistas unas pautas y ellos han generado el material que luego conforma la pieza total».
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