El Centro Dramático Nacional ha escogido el amarillo como color corporativo para su nueva temporada, toda una declaración de intenciones y un desafío a cualquier superstición.
La vulnerabilidad
Alfredo Sanzol, director del CDN, ha marcado la vulnerabilidad y la incertidumbre como ejes vertebradores de la temporada 2020-2021. “Vulnerable es aquello que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente. En estos momentos somos una sociedad vulnerable y nosotros desde el Centro Dramático Nacional queremos comprometernos con esa vulnerabilidad.”
Inician la temporada con la reposición de parte de la programación que tuvo que suspenderse por el estado de alarma: “De manera unánime y no acordada, los teatros nos hemos comprometido con todos los espectáculos que deberían haberse visto en primavera para que se vean ahora en otoño”.
Espectáculos como Noche oscura (Salva Bolta), Otoño en abril (Carolina África), Verano en diciembre (Carolina África), Los días felices (Pablo Messiez), Transformación (Paloma Pedrero), El chico de la última fila (Andrés Lima), Tribus (Julián Fuentes Reta), Siglo mío, bestia mía (Marta Pazos) o Querido capricho (Tomás Cabané) se podrán ver a lo largo del otoño, después de ser cancelados la primavera pasada.
Sobre el Estado
Parte de la programación trata el tema de la función del Estado como organización diseñada para proteger a las personas débiles y que, sin embargo, se puede convertir en la maquinaria más sanguinaria y destructiva que existe. Espectáculos como O agora que demora (Christiane Jatahy), Atraco paliza y muerte en Agbanäspach (Nao Albet y Marcel Borràs), Los papeles de Sísifo (Fernando Bernués), Shock II. La Tormenta y la Guerra (Andrés Lima) y Calígula Murió. Yo no (Marco Paiva) explorarán esta relación entre Estado y vulnerabilidad, entre poder y víctimas.
Identidad y sexualidad
Otro de los bloques temáticos de esta temporada será el cuerpo, la identidad y la sexualidad. Los espectáculos Conservando memoria (Izaskun Fernández y Julián Sáenz-López), El bar que se tragó a todos los españoles (Alfredo Sanzol) y Los Remedios (Juan Ceacero) nos hablarán de la memoria del cuerpo. Y llegar hasta la Luna (María San Miguel) y La Panadera (Sandra Ferrús) abordarán la sexualidad como parte esencial de nuestra vulnerabilidad y de nuestra identidad. Héroes en diciembre (Eva Mir) y El combate del siglo (Denise Duncan) girarán entorno a personajes frágiles que nos recuerdan que la vida y la muerte forman parte de la misma realidad cotidiana. Finalmente Hamlet (Chela de Ferrari) pondrá el foco sobre la diversidad y la vulnerabilidad.
Nuevas voces, nuevos textos
Sanzol y su equipo apuestan por una nueva temporada llena de textos inéditos para dar impulso a nuevas voces. Esto ha sido posible tanto por encargos del mismo Centro Dramático Nacional a autores y autoras escogidos como por la colaboración de compañías invitadas.
Adiós a Gerardo Vera
El pasado 20 de septiembre falleció en Madrid el autor y director Gerardo Vera a causa de la Covid-19. Desde el CDN han querido rendir homenaje al que fuera director del Centro Dramático Nacional durante siete años estrenando el montaje de Macbeth que él mismo tenía previsto llevar al escenario esta temporada.
Actividades transversales
La temporada también plantea distintos espacios para la creación y la divulgación del teatro como Dramáticos en Residencia, La ventana del Dramático, Nuevos Dramáticos, Dramawalker, y Carta Blanca, así como la creación de una nueva revista llamada Dramática, una publicación semestral que mezclará teatro con filosofía, arquitectura, ciencia y arte.
Venta de entradas
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Texto Aïda Gómez / @AidaGomezM