El largo camino (Historias de Ucrania) es el nuevo proyecto de la compañía Los Sueños de Fausto, dirigida por Miguel Ángel Quirós, que muestra distintas perspectivas del conflicto entre Ucrania y Rusia. El proyecto, enmarcado dentro del II Ciclo Teatro y Derechos Humanos que organiza el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa, supone un paso más en el empeño de la compañía por tratar las cuestiones sociales más comprometidas.
El espectáculo, que ha recibido la Ayuda a la Creación Contemporánea 2022/23 del Ayuntamiento de Madrid, narra la historia de muchas personas a través de unas pocas, las mujeres, madres e hijas, aquellas que más sufren en la guerra, y las trabajadoras que se ocupan de recibir a las personas refugiadas.
La propuesta invita a reflexionar sobre las consecuencias devastadoras de los conflictos armados y la importancia de la empatía y la solidaridad en tiempos difíciles, destacando el gran valor del trabajo en equipo, la mediación cultural y la adaptación rápida a nuevas circunstancias.
El montaje está protagonizado por Ana Gijón, Emi Caínzos e Ingrid Hernández y podrá verse desde el 9 al 19 de mayo en la Sala Jardiel Poncela del Fernán Gómez.
‘El largo camino’ de un proyecto social contemporáneo
«El largo camino surge a través de un amigo que tengo trabajando en CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) que me estuvo contando cómo era su vivencia. Entonces le pregunté si había posibilidad de hacer entrevistas con personas refugiadas y a raíz de esa conversación redacté un proyecto para encontrar financiación», declara Miguel Ángel Queirós, director y artífice de la propuesta escénica. El consistorio madrileño se la concedió y empezaron a hacer una serie de entrevistas a mujeres refugiadas y a trabajadoras de CEAR, realizadas por el periodista y dramaturgo Álvaro Vicente, que narraron en primera persona cómo había sido su situación durante todo este periplo. Además, CEAR no solo les facilitó el espacio para tener este encuentro con ellas, sino también a una traductora para todas las mujeres que no hablaban español.
Miguel Ángel Queirós acompañó como observador y oyente a Álvaro Vicente en las entrevistas, ya que consideraba necesario que como director del espectáculo conociese en primera persona la realidad que han sufrido estas mujeres. «Enfrentarme a otra cultura como es la cultura ucraniana para que me contara de primera mano toda su visión es enriquecedor y también pude entender todos los choques culturales con respecto a la sociedad española, y a través de eso me quería acercar de la manera más verdadera y verídica a esa visión», explica Queirós.
‘El largo camino’: Tres piezas breves y una vivencia compartida
El espectáculo se compone de tres piezas breves que muestran distintas perspectivas del conflicto entre Ucrania y Rusia. La dramaturga ucraniana Viktoriia Chernobuk y los españoles Raúl Quirós y Manuel Benito son los responsables de los textos cuya mayor dificultad ha sido unificar tres dramaturgias de tres personas con sensibilidades diferentes, y poder aportar desde la dirección escénica una narrativa de continuidad en las imágenes a lo largo de todo el espectáculo como un único conjunto dramatúrgico.
«Mi visión la tenía clara, pero con este proyecto me ha costado más por el choque cultural y por el deseo de acercarme de la manera más respetuosa posible a todas estas historias sin bastardear todas las emociones, porque, a fin de cuentas, he cogido historias de personas reales. No quería faltarles al respeto a sus vivencias», explica Queirós. El mayor reto en la creación de esta propuesta es su carácter inminentemente contemporáneo. «No hay distancia. Es un hecho que todavía está en activo y la dificultad es mayor», declara Queirós.
La dramaturga Viktoriia Chernobuk en su obra habla de la realidad de la guerra y sus consecuencias, en una trama que se desarrolla en dos escenarios, un hospital materno en Ucrania en el que reina el caos y el miedo en las primeras horas de guerra, y la cuarta planta de un edificio en la que cuatro mujeres luchan por mantener la calma mientras las explosiones se acercan.
Por su parte, el autor Raúl Quirós narra la vida cotidiana de dos mujeres, Valentina y Anna, que viven en apartamentos separados en Ucrania y Rusia, y a través de llamadas telefónicas y la preparación de un guiso, revelan detalles de sus vidas, sus preocupaciones y la conexión entre ellas.
La dramaturgia de Manuel Benito se centra en la experiencia de varias mujeres que trabajaron en la atención y acogida de refugiados procedentes de Ucrania, y se enfrentaron, a medida que la crisis se intensificaba, a desafíos logísticos y emocionales mientras brindaban asistencia a las personas afectadas.
‘El largo camino’ hecho con voz y mirada de mujer
Todas las protagonistas de las tres piezas son mujeres. Que fueran historias contadas con voz y vivencia de mujer no era la idea inicial. «En un principio estaba planteado para un hombre y dos mujeres. Pero, al empezar con las entrevistas, me di cuenta de que era necesario dar voz a las mujeres en estos conflictos, tanto refugiadas como trabajadoras y madres. Además, al recibir los previos de los textos, cada autor había escrito en base a mujeres. Creo que fue una buena decisión trabajar solo con mujeres», declara Queirós.
El largo camino es un espectáculo que narra las historias de muchas personas a través de unas pocas; es una obra que pretende ser un fragmento de relatos que a través del teatro nos ayuden a reflexionar sobre la gravedad de los conflictos bélicos y sus irreparables consecuencias humanas. «Con el teatro intentamos traer estas historias, reposarlas y que el público de alguna manera reflexione, pare, se quede en silencio, escuche. Si conseguimos como artistas, como compañias, este nivel de escucha, de alguna manera, sí podemos modificar levemente la visión de ciertos conflictos», confiesa Queirós.
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