El Teatro del Barrio ha presentado el avance de la temporada 2022-2023, una variada programación que se centra en dar un enfoque y una energía distintas a la realidad, utilizando la alegría como un acto revolucionario y de resistencia.
Además, la sala desea convertirse en un hogar, en una casa donde las personas se sientan parte de algo, donde puedan expresarse libremente y compartir diferentes formas de estar en el mundo. Por ello, la conocida sala del barrio de Lavapiés se transforma, en esta nueva temporada, en Casa Alegría.
«La alegría es contagiosa, por eso tiene tanto sentido en un proyecto colectivo».
Reconstruir identidades
Uno de los cimientos sobre los que se construirá Casa Alegría partirá de revisar ciertas identidades a las que se ha dado forma socialmente. Por ello, la programación seguirá contando con producciones propias del Teatro del Barrio estrenadas ya la temporada pasada: No soy tu gitana, de la activista gitana Silvia Agüero dirigida por Nüll García, y la pieza ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?, una parodia que demuestra que lo personal es político dirigida por Andrea Jiménez, partiendo de un texto de Olga Iglesias y Nerea Pérez de las Heras, que también son sus intérpretes.
Siguiendo este hilo llegará también Metodologías carroñeras, una propuesta escénica que muestra sexualidades des-generadas en la práctica escénica contemporánea. Una pieza escrita por Gena Baamonde con acompañamiento de Andrea Quintana. También va de identidad sexual Vierdingo, una fiesta tragicómica que ha creado e interpreta Esteban Garrido.
La dictadura de la estética y la gordofobia se abordará en Lo único que verdaderamente quise toda la vida es ser delgada, de Esther F. Carrodeguas y además volverá la aclamada pieza de Pamela Palenciano, que lleva nada menos que ocho años en cartel, No solo duelen los golpes, un monólogo que aborda la violencia machista que nace en la adolescencia. En este marco temático, estarán también el colectivo Menudas pájaras y Pitu Aparicio con La Bollera Perfecta 2.0.
Memoria
Tener alegría está muy conectado con tener esperanza, y ésta se puede conquistar desde la memoria. La sala apuesta por conocer el pasado para diseñar un futuro que realmente pueda ilusionarnos. En esta línea encontramos otra producción de Teatro del Barrio: Homenaje a Billy El Niño, un espectáculo que rinde tributo a las víctimas de las torturas escrito por Ruth Sánchez y Jessica Belda, con dirección de Eva Redondo.
Seguirá haciendo memoria ¡Ay, Carmela!, un texto de Sanchis Sinisterra, que vela por el honor de los vencidos en la Guerra Española. Paula Iwasaki y Guillermo Serrano protagonizan este montaje, dirigido por Yolanda Porras. Volverá a estar presente en esta nueva temporada El pecado mortal de Madame Campoamor de Mario Hernández y, del mismo autor, se podrá disfrutar también de Hemingway. Enviado especial, basado en las crónicas que escribió el escritor y periodista estadounidense desde el Hotel Florida, en el Madrid de la Guerra Española.
Por último, en Medium, Chile estalla en la distancia, cuatro actores reconstruyen el estallido social que tuvo lugar en octubre de 2019 en Chile. Un montaje de la compañía Teatro Apátrida.
Humor
La alegría suele ir muy unida a la comedia, y ésta, a la reivindicación de la fragilidad. Por eso, no faltará el género en la cartelera del Teatro del Barrio, como en El minuto del payaso, de Luis Bermejo, que reivindica la risa a partir de los recuerdos que un payaso va enumerando en soledad. No puede faltar Pepe Viyuela, que trae de nuevo también a su payaso con el monólogo Encerrona, dirigido por Elena González. El tercer grande del humor será Leo Bassi que llegará con Yo, Mussolini.
Además, la nueva programación cuenta con Peajes, que ha creado e interpreta Clara Ingold -cómica y presentadora de la Gala de los Premios Max 2022- con toques musicales y de clown y también con la compañía Las Niñas de Cádiz que traerán El viento es salvaje, ganadora del Premio MAX a Mejor Espectáculo revelación 2020.
Se repondrá Calma! un viaje de la poética a la política de Guillem Albà, premiado también en los últimos Max. La carga poética se mantendrá en los espectáculos El alemán y El dios del pop, de Diego Anido.
Lenguaje poético y social
Varias propuestas analizarán, con poesía escénica, aspectos de nuestra realidad social: Castroponce. Teoría y praxis para una vanguardia política, de Pablo Rosal y Los despiertos, con texto y dirección de José Troncoso. También la sala repondrá otro hit de su temporada pasada, La vida es otra cosa, una propuesta de Ruka Teatro.
Siguiendo la misma línea se encuentran Lunátika de Cristina Medina y Remedios Crespo, Indomable de Jorge Albuerne y Descalzas, pieza del mítico grupo teatral que componen las reclusas del Centro Penitenciario de Alcalá llamado Yeses.
El teatro como un hogar
Las actividades políticas y el activismo es seña de la identidad de la sala y seguirán estando presentes en Re@cción vecinal. Además, acogerá propuestas de los festivales Surge y Festival de Otoño.
La nueva temporada continúa también con su programa de Residencias Artísticas, con La gran Cacería, con Juan Mayorga, Sol Picó y Alberto San Juan; Caídos del cielo, reciente Premio Max de carácter Social capitaneado por Paloma Pedrero; entre otros proyectos.
Por último, estará presente el ciclo Una y no más, comisariado por Teresa Rivera, y que invita a la reflexión activa sobre la preponderancia de estrenos de nuevas producciones en un sector que no trabaja el alargar la vida de los espectáculos.