El CDN cierra su ciclo En letra grande con Firmado Lejárraga de Vanessa Montfort, un ciclo que ha querido recuperar la figura de cuatro mujeres, María Teresa León, Rosario Acuña, Halma Angélico y María Lejárraga, quienes realizaron una valiosa contribución a la historia de nuestro teatro y que han sido injustamente olvidadas.
“Estamos ante un caso de negro literario o fraude de los más importantes de la literatura española” dice Vanessa Monfort sobre el asunto que trata Firmado Lejárraga, montaje dirigido por Miguel Ángel Lamata, protagonizado por Cristina Gallego, Eduardo Noriega, quien debuta en el teatro con este título, Jorge Usón, Gerald B. Fillmore y Alfredo Noval; donde María Lejárraga que además de ser dramaturga, novelista, ensayista y traductora, también fue diputada socialista en la II República, adoptó el nombre de su marido, Gregorio Martínez Sierra, como seudónimo para firmar sus obras “Lo malo de cuando tú, como escritor, adoptas un seudónimo de un ser vivo es que te puede salir rana” y así le sucedió a María que, por ser mujer, había ciertos “privilegios” en la época que no le estaban permitidos, como dedicarse a la dramaturgia, hecho del que se benefició su marido, permitiendo que la figura de su mujer quedase ensombrecida, atribuyéndose el talento que no le pertenecía y siendo ensalzado como, falso, autor de obras tales como Canción de cuna o los libretos de El amor brujo o El sombrero de tres picos.
Firmado Lejárraga es un intento de dar a María Lejárraga el lugar que le corresponde, “Cuatro investigadores se reúnen en lo que pudo ser el despacho de María Lejárraga al poco de su muerte e investigan que pasó y quien escribió qué” nos cuenta Miguel Ángel Lamata en su regreso a los escenarios tras veinte años de ausencia “es una especie de ‘Doce hombres sin piedad’ subidos a una máquina del tiempo” dice el director de esta obra, donde los cuatro actores masculinos son poseídos por los espíritus de Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez o el propio Gregorio Martínez Sierra para contar la historia a través de ellos, donde encontraremos diálogos extraídos directamente de la correspondencia que María mantuvo con Manuel de Falla o con su propio marido, de quien se han recuperado 144 cartas donde el propio Martínez Sierra confirma la autoría de María de todas esas obras, cerca de 90 títulos, artículos y traducciones “Cuando empezamos a investigar nos dimos cuenta que tan interesante era ella como el propio proceso de investigación y es lo que he intentado llevar a escena”.
“María vivió tres exilios” relata Vanessa Montfort acercándonos en pocas palabras a la situación vivida por esta mujer “el exilio del corazón” ya que acabó separándose debido a las infidelidades de Martínez Sierra; “el exilio político” teniendo que abandonar el país por sus ideas socialistas y feministas «Creo que se puede aprender mucho del feminismo de María Lejárraga» dice la autora del libreto «es un feminismo combativo, pero no es un feminismo agresivo con el hombre, lo considera su cómplice, lo mete en su mismo barco, es realmente inteligente», María murió en Buenos Aires; “y el tercero, el exilio de la memoria, en el que ha estado hasta ahora que es lo que intentamos dilucidar en la obra” Una especie de misión de rescate en la que se ha implicado todo el equipo artístico ayudados por Antonio García Lejárraga o Patricia O’connor, quienes han puesto en manos de la compañía documentos y escritos públicos e inéditos que han ayudado a dar forma a Firmado Lejárraga “Estamos orgullosos de poder sacarla a la luz” dice Eduardo Noriega “te das cuenta que esta mujer fue anulada, ensombrecida, y resulta una historia apasionante” Nos cuenta el actor sobre este espectáculo que además de ser un homenaje a la propia María Lejárraga, según él mismo dice, va más allá convirtiéndose también en un homenaje al teatro y a la literatura, rescatando para el público del Siglo XXI una figura literaria a descubrir y a la que devolver el lugar que le corresponde.
José Antonio Alba / @joseaalba
Fotos MarcosGpunto