Aragón, pocos apellidos en España están tan ligados al arte, a la música, al circo, a la risa y a la diversión… Un apellido vestido con largas túnicas, bombines, zapatones, y narices postizas (aunque de apariencia de carne y hueso), que picaban… ¡con mucho ritmo! Pero alrededor de esa tradición de circo hay decenas de artistas con apellido Aragón, que han dedicado su vida al cine, la televisión o los escenarios. Emilio Aragón, Mónica Aragón, Rody Aragón, Rita Irasema, Inma Cuevas, Víctor Martín, Manuel Feijóo o Rodrigo, Gonzalo y Alonso Aragón (Los Gabytos/ Alarmantiks) que protagonizan Había una vez, mi familia.
Había una vez, mi familia, escrita y dirigida por Esteve Ferrer, es una obra teatral y musical que podremos ver en el Teatro Alcalá hasta el 16 de junio. Durante la presentación a la prensa, Ferrer aseguró que «no se trata de un musical ni un espectáculo para niños». Es una obra teatral hecha para adultos, como los de su generación, «y los demás van a flipar». Cuenta con la producción musical de Emilio Aragón y se presenta como un homenaje a toda la familia Aragón, al género clown y a todas esas generaciones que crecieron en los 70 y los 80 con las canciones de Los Payasos de la tele: Gaby, Fofó, Miliki y Fofito.
Los orígenes
La suya es una saga de payasos que tiene su origen, en el siglo XIX, y en una gran historia de amor protagonizada por Gabriel Aragón Gómez, un seminarista que se enamoró perdidamente de una gran acróbata ecuestre Virginia Foureaux durante una función en Granada y que llegó a convertirse en uno de los mejores payasos musicales del mundo, El Gran Pepino. Se casaron y tuvieron 15 hijos. Entre ellos Pompoff, Thedy y Emig. Este último, sería el padre de nuestros queridos payasos de la tele: Gaby, Fofó y Miliki. Ellos actuaron en el Circo Price en plena posguerra, triunfaron en América y regresaron a España donde se convirtieron en auténticas estrellas del circo y la televisión (en blanco y negro primero y en color después) durante la década de los 70 y 80. Sus canciones forman parte del patrimonio nacional e internacional. ¿Acaso hay alguien de habla hispana a quien le digas “Hola, don Pepito” y no te responda, “hola, don José” o «Vamos de paseo… » y no responda «Pi, pi, pi» o «Susanita»…. y no complete con «tiene un ratón» o «la gallinaaaaa»?… (bueno, aquí falla la mitad de la población que sigue pensado que es Turuleta y no turuleca pero eso da para otro artículo). Sepan todos ustedes, que nuestra «segunda canción de cumpleaños», el Feliz feliz en tu día, es obra de Miliki, el padre de Emilio Aragón.
Y sí, les he llamado ustedes porque así lo hacían ellos. En una época en la que apenas se hablaba de emociones, ellos siempre preguntaban antes de cada una de sus funciones… ¡¡¿¿Cómo están usteeeeedeeeees??!! y daba igual como estuvieran los pequeños y grandes del público que siempre respondían «¡¡¡Bieeeeeeeen!!!» porque así es como lo pasaba el público de «El Gran circo de TVE», el circo de los payasos de la tele. Con esa entrada habían triunfado en América (¡¡¿¿Cómo están usteeeeedeeeees??!!) y así triunfarían en España a pesar de que un realizador de TVE les intentara corregir: “Aquí en España mejor vosotros, no ustedes” Afortunadamente los payasos hicieron caso omiso a esas indicaciones y ahora cada vez que alguien nos pregunta sobre un escenario: ¡¡¿¿Cómo están usteeeeedeeeees??!! sabemos que tenemos por delante un buen rato de diversión asegurado.
Había una vez, mi familia: la entrevista
En Había una vez mi familia veremos a 11 artistas sobre el escenario y la huella imborrable de los payasos de la televisión. En el elenco está Mónica Aragón (nieta de Fofó e hija de Fofito), Rodrigo, Alonso y Gonzalo Aragón (hijos de Gaby) y por parte de Miliki, Emilio Aragón, que se ha encargado de la producción musical del espectáculo. Pero toda la obra gira en torno a una idea externa a la familia Aragón; una idea de Esteve Ferrer: «Mientras tú tengas tus recuerdos nunca volverás a celebrar tu cumpleaños solo».
Uno de los Aragón ha tenido el detalle de compartir algunos de esos recuerdos con TeatroMadrid. Hablamos con Rodrigo Aragón, Rodri, uno de los diez hijos de Gaby y que ha seguido la tradición familiar en el grupo infantil Los Gabytos.
Rodrigo, ¿Qué significa para ti llevar el apellido Aragón?
Lo primero, un orgullo. Un orgullo y una responsabilidad grande, y más en este espectáculo que vamos a hacer, que es un homenaje tanto al clown, a todos los clowns del mundo, pero sobre todo a mi familia. A la saga que viene 400 años antes que yo.
Había una vez mi familia lleva un título que hace un guiño a dos de las canciones míticas de Los Payasos de la tele. En la familia Aragón sois muchos y tenéis mucha historia detrás, nos vendría bien un árbol genealógico para no perdernos. Gaby, Fofó y Miliki empiezan a actuar en El Price en 1939. Triunfaron en Latinoamérica, vuelven en los 70 y ahí empieza una saga familiar espectacular. Gaby, Fofó y Miliki.
Eso es, y ya aquí en España se incorporó Fofito. Luego, años después, entró Milikito, Emilio Aragón, y luego mi otro primo hermano, Rody. Y luego, ya cuando ellos decidieron separarse y buscar cada uno sus inquietudes artísticas, nosotros con papá fuimos Gaby y los Gabytos. Y Mónica, por su lado, también se ha dedicado a hacer musicales, a hacer televisión, y luego ha acompañado durante muchísimos años a su padre, Fofito.
Rodrigo, Gonzalo y Alonso, algunos de los hijos de Gaby, habéis tenido el orgullo de formar parte de este elenco. Rodrigo, ¿Cómo está siendo el trabajo, los ensayos?
Bueno, está siendo todo un poco vertiginoso, aunque se me ha pasado como si hubieran sido 10 ensayos y llevamos unos cuantos meses. Tenemos un elenco de clowns maravillosos, clowns premiados en todo el mundo. A Emilio en la producción, que es muy bonito, porque claro, se da la circunstancia de que estamos como hijos de Gaby: Gonzalo, Alonso y yo. Como hija de Fofito y nieta de Fofo, Mónica. Y como hijo de Miliki, Emilio, o sea, que están representados Gaby, Fofo y Emilio, y es algo de verdad muy emocionante. Hay una energía en esta obra de teatro que yo creo que los tenemos muy presentes y muy cerquita.
Mónica, Rodrigo, Alonso y Gonzalo, sois los representantes, como dices, de esta aventura teatral. En un principio se anunció la presencia de tu hermano Gaby, e incluso nos pareció ver en un principio la presencia de Fofito en uno de los carteles junto a Mónica. ¿Cómo están Fofito y Gaby y por qué finalmente no podremos verles en este espectáculo?
El de Fofito ha sido un problema sobre todo de agenda, tenía unos compromisos con los que tenía que cumplir y Gaby ha tenido un pequeño problema de salud. Esto lo iba a protagonizar mi hermano Gaby, como él es un payaso tan grande y tan maravilloso, hemos tenido que venir tres para sustituirle. Pero ya está bien, está tratándose, ha sido un sustito que nos ha pegado. Pero lo he hablado mucho con mi primo Emilio; las cosas al final, se dan porque se tienen que dar, y cuando ves el montaje final… Mónica, Gonzalo, Alonso y yo, teníamos que estar aquí. Si no hubiéramos sido nosotros, lo podrían haber hecho mi prima Inma Cuevas, que es una actriz maravillosa, o mi hermana Lara con Mónica, y hubiera sido igual de maravilloso, o mi primo Manu Feijoo, que es un actorazo y un tipo estupendo, pero bueno, nos ha tocado a nosotros y lo llevamos con una profunda responsabilidad y con una alegría inmensa.
Algunos de los hijos de Gaby, adoptasteis esa responsabilidad de mantener viva la llama de Los Payasos de la tele, de hecho, gracias a vosotros, Los Gabytos, generaciones como la de nuestros hijos, conocemos al dedillo todas las canciones de los payasos de la tele. Rodrigo, tú vas del serio, de cara blanca. De todos, tú cogiste el legado de tu papá. ¿Cómo fue ese reparto de papeles en los Gabytos al principio?
Bueno, cuando trabajábamos con papá, es verdad que yo era el payaso de las caídas, los golpes, las acrobacias… Ahora no, pero en aquellos tiempos era muy delgadito y muy ágil. La cosa cambió al enfermar papá y ponerse malito. Realmente, y esto es así, y es como pasan las cosas en la vida, era el único al que le valía el traje de mi padre. Teníamos un contrato firmado, papá no podía cumplir con él, y el empresario nos hizo cumplirlo, y al repartir los uniformes, al único que le iba el chaqué de papá era a mí, y me tocó hacer del serio… ¡Que aquello fue un desastre la primera vez! El único de los cómicos (augustos), pasar a hacer el serio (clown), pero es verdad que, aunque lloré muchísimo cuando me puse ese traje por primera vez, y me costó mucho reencontrar ese payaso que es el clown, yo no cambiaría ya jamás el regalo que me dio la vida.
Habéis actuado en carpas de circo, en teatros, en platos de televisión, en fiestas populares… ¿Dónde os sentís más a gusto?
Fíjate, es una pregunta muy acertada, realmente nos gustan todos y cada uno de esos, porque al final te forman en «un 360», no es lo mismo hacer un concierto en la plaza de un pueblo para un público enardecido y escandaloso, que hacer una obra de teatro para un público respetuoso y serio, que hacer un circo en el que el público lo tienes a tres metros y te está rodeando, o nuestra otra faceta, como ser rockeros y estar tocando en una sala de conciertos… Al final, gracias a Dios, la música nos dio la libertad para ser mejores personas, y es que si me dieras a elegir un solo escenario, me pondría muy triste, porque la televisión siendo tan técnica y siendo tan artificial, cuando la estás ejecutando, no es como el teatro, que estás en directo y ahí hay mucha verdad, es que también nos encanta, o algunas cositas que hemos hecho en cine, o la radio… ¡un medio maravilloso! Para mí, el medio de comunicación más mágico que existe, así que en lo que nos pongas, nosotros somos todoterrenos y nos encanta.
Decía Gaby, tu padre, lo has contado en numerosas ocasiones, que <<ser payaso es la profesión más seria del mundo>>. Gaby, Miliki y Fofito en 1976 tuvieron que hacer reír en el circo musical tras la muerte de Fofó… ¡Debió de ser un momento extremadamente difícil! ¿Cuál ha sido el momento más feliz que recuerdas sobre un escenario? ¿Y cuál el más difícil?
¿El momento más feliz? Son muchos. Desde salir a un escenario con mi padre, que lo tenía idolatrado… ¡Gaby, madre mía! Poder ser parte de ese nuevo relevo de Los Payasos de la tele con mis hermanos y vivir muchas giras por toda España y de todo el mundo con él… Luego el orgullo de trabajar con mis hermanos, estar en un escenario, mirar a un lado, mirar a otro, mirar para atrás en la batería está Alonso, Gonzalo con la guitarra, mi hermana Lara, que es una de las mujeres payasos más increíbles que he conocido en el mundo, o mi sobrino, Punchy hijo de Lara, que también está con nosotros. Ahora con Mónica, después de 50 años, poder estar por primera vez jugando juntos en un escenario… ¡Estos son los momentos más felices!
Y mi recuerdo más triste, el más difícil, evidentemente, cuando mi padre falleció. Yo estaba actuando en el Circo de Televisión Española con mi tío Miliki y nos hizo a un lado y nos dijo: iros al hospital, que papá ya estaba muy malito, sabíamos que no es que estuviera muy malito, es que papá había fallecido, y de hecho yo el último beso a mi padre se lo doy vestido, como iba vestido en el Circo de Televisión Española de Miliki y Rita. Y es lo que tú dices, hay que hacer reír, al final, cuando papá decía que lo de «ser payaso es el trabajo más serio del mundo», es por eso, porque nos dedicamos a los niños, que son personas en construcción y a las que hay que respetar y querer y amar. Luego también nos enfrentamos a todo el cariño que les tenían a ellos, que tú como payaso tienes que ser un ser blanco y un ser maravilloso, y «ser el trabajo más serio del mundo» es porque tienes que aprender música, tienes que aprender a bailar un poquito, aunque yo sea un desastre, tienes que interpretar, saber un poquito de la historia y de dónde viene este noble oficio. Y siempre te estás reciclando, porque quieres trabajar durante muchas generaciones para nuevas generaciones. No es lo mismo el niño de los 60 que de los 70, y aparte, ese niño de los 70 viene con su nieto a verte y no puedes traicionar el recuerdo que tenían ellos a Gaby, Fofo y Miliki.
Durante la presentación de ‘Había una vez mi familia’, se ha puesto en valor que la familia Aragón fue la primera familia de payasos que en España introdujo el lenguaje musical. Tenéis vuestro propio grupo de Rock, Alarmantiks. Rodrigo, tú eres el bajista, el batería es Alonso, el cantante Gonzalo y también tenéis a vuestro sobrino Punchy.
Sí, a la guitarra, y Lara que se ha incorporado. ¡Por fin alguien que canta bien! El trabajo de payaso nos viene heredado y es una herencia maravillosa, pero Alarmantiks es nuestro niño pequeño. Hemos trabajado mucho durante muchos años en silencio, sin utilizar el apellido, simplemente con nuestra música en pequeñas salas y hemos conseguido una pequeña legión de seguidores maravillosa. Este año tenemos tres festivales: Leturalma, en la sierra de Albacete, la tierra de María Rozalén, que es una de nuestras mayores valedoras y mejores amigas, vamos a ir al Talavera Spring en Talavera la Nueva (Toledo) y el otro es en Ibiza. También hemos tocado con mi prima Inma Cuevas (detrás del Cuevas de la actriz está el apellido Aragón) que hicimos con ella Ciclos, un espectáculo maravilloso que habla de lo importante que han sido las mujeres en la familia Aragón.
¿Cómo es más feliz Rodri Aragón? ¿Tocando rock o haciendo reír a los niños y las familias en Los Gabytos?
Es que se da la circunstancia de que las dos cosas las hago con las personas que más respeto y más amo en el mundo. Simplemente es cambiar la filosofía del proyecto, ¿no? Pero estoy haciendo música y divirtiéndome tanto con lo que hacemos en el mundo familiar e infantil con los hermanos Aragón o Los Gabytos como con Alarmantiks que es un proyecto al que todavía le queda un camino largo. ¡Son dos escenarios maravillosos!
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