El castigo sin venganza, de Lope de Vega, será la última obra que dirija Helena Pimenta antes de dejar la dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Así lo ha confirmado a los medios durante la presentación de esta obra que, según ella misma ha dicho, ha supuesto un reto enorme para la compañía, ya que se trata de uno de los últimos, mejores y más complejos textos del autor. “Es una obra maestra de la senectud del Fénix, reflejo de su desencanto por la sociedad y el dolor de sus circunstancias personales y familiares, pero, a la vez, una audaz superación ante la irrupción de jóvenes dramaturgos y poetas que, en aquel momento, empezaban a adueñarse de la escena”.
En esta ocasión, le acompaña en la dramaturgia Álvaro Tato y cuenta con un elenco formado por Joaquín Notario -en el papel de Marqués de Ferrara-, Beatriz Argüello -Cassandra-, Rafa Castejón -Federico-, Lola Baldrich, Fernando Trujillo, Javier Collado, Alejandro Pau y Carlos Chamorro. La obra narra la relación del Conde Federico con Casandra, la esposa de su padre, el Duque de Ferrara, y la reacción de éste al descubrir el adulterio. El argumento está basado en hechos reales ocurridos en Ferrara a finales del siglo XV.
Alvaro Tato, que ya había trabajado antes con Pimenta, ha resaltado la maestría de Lope y ha calificado esta obra como “tragedia de la resistencia” y como “la tormenta perfecta del alma humana”. Una tragedia que habla sobre el amor, el honor, el pecado, la culpa, la resistencia al dolor, la búsqueda de la sexualidad, el deseo o las pasiones, y que, según palabras de Tato, “desemboca en uno de los finales más salvajes, más atroces y agudos, desde el punto de vista de la moral y de la ética”. En esta misma línea, ha destacado también la maestría de la directora de la CNTC, así como la de “una etapa en la que se ha llegado a lugares donde nunca había llegado la comedia y la tragedia en España, al menos, en lo que a los clásicos se refiere”.
Los actores han coincidido en sentirse abrumados por una tragedia en la que subrayan la riqueza y la complejidad del texto, así como el reto que, para todos ellos, ha supuesto encarnar a estos personajes. “A mí me ha costado varios dolores de espalda, varias roturas de voz, varias enfermedades”, ha dicho Joaquín Notario, para el que el proceso de creación del personaje “ha sido realmente duro, pero apasionante”. Todos ellos han terminado agradeciendo a Pimenta la oportunidad de trabajar con ella en la CNTC, en una etapa que está a punto de acabar.
Helena Pimenta ha hecho balance de estos ocho años al frente de la CNTC, y ha afirmado que el crecimiento durante este periodo ha sido espectacular, “con una cifra de público que supera los doscientos mil espectadores, incluyendo las giras, y unas actuaciones cuyo número hemos llegado a triplicar, ampliándose mucho más en el caso de las coproducciones”. Por otra parte, ha hecho hincapié en las líneas de trabajo, tanto didácticas, como de divulgación o de investigación, abiertas por la CNTC en estos años, así como la creación y solidez de un gran equipo de profesionales. “Ha sido un orgullo ampliar la nómina de actores y actrices, contar con profesionales tan solventes con los que he tenido la fortuna de trabajar, en algunos casos durante mucho tiempo, y con los que he aprendido mucho en esta etapa”.
Texto Juan Mairena
Fotos Sergio Parra
