UNA CASA EN LA MONTAÑA

Javi Beltrán: «Actúo mucho mejor sin pensar qué dirán sobre mí»

Hablamos con uno de los protagonistas de este montaje que vuelve a Teatro del Barrio

A lo largo del día tomamos múltiples decisiones. Girar por una calle u otra, hacer esa llamada que llevas retrasando un tiempo, darte un capricho, contactar con esa amiga que hace tiempo que no sabes de ella y un largo etcétera. Decisiones que tienen alternativas y que acaban configurando tu día, tu mes, tu año y tu vida. Albert Boronat ha escrito y dirigido las tres historias con decisiones múltiples que conforman la obra Una casa en la montaña. Estas historias no se presentan de una forma habitual en platea sino alrededor de una mesa en la Sala de los Balcones en el Teatro del Barrio. Hoy hablamos con Javi Beltrán, que junto a Sergi Torrecilla se ha embarcado en esta pequeña aventura. Javi nos contará algunas decisiones que tomó en su día y que le han traído hoy hasta aquí:

¿Cuál fue tu primera impresión al leer el texto?

La historia es curiosa porque Sergi Torrecilla y yo somos de la misma generación. Nunca habíamos trabajado juntos pero éramos colegas y los dos, por separado, habíamos trabajado con Albert Boronat. Le propusimos a Albert hacer algo los tres y él dijo: «tengo este texto», que solo tenía entonces una de las partes de la obra y había presentado a un concurso. Y lo leímos, a mí me encantó, me flipó.

Aparte, Boronat tiene una manera de escribir peculiar y a la hora de ponerla en pie y de hacerla como actor, no es un texto normal y corriente. Yo ya había hecho una obra con él, Snorkel, ya conocía cómo escribe, cómo se maneja, cómo compone las frases y demás. Sergi, por otro lado, había hecho dos o tres de Albert. Entonces, para nosotros era maravilloso, cuando leímos este texto fue como: «esto es increíble».

La obra me recordó un poco a los libros de Elige tu propia aventura, que tienen múltiples decisiones. Y, cogiendo esta idea de Elige tu propia aventura, tú has tenido varias aventuras a lo largo de tu carrera profesional, y he rescatado algunas de ellas… Estuviste como figurante de ópera en Turandot, por ejemplo.

Sí, con Núria Espert. Era la directora, yo tenía 18 años, los acababa de cumplir.

¿Pero tú cantas?

No, qué va, solo estaba de figurante. Ya empezaba a estudiar arte dramático, estaba trabajando de acomodador en unos cines, y un compañero mío de arte dramático me lo recomendó. Hice unos castings, entré y coincidí con un grupo de gente que a día de hoy muchos siguen trabajando allí, más mayores que yo y que me cuidaban mucho. Fue brutal hacer de figurante en el Liceu de Barcelona.

Y otra aventura fue tu debut en el cine haciendo de Lorca en una película con Robert Pattinson, antes de que hiciera Crepúsculo.

Sí, justo antes, estábamos ensayando y me dijo: «Me han ofrecido una peli de vampiros en Canadá, que realmente qué se me ha perdido a mí en Canadá haciendo de vampiro, no sé si la voy a hacer…». Y justo acabó nuestra peli y se fue a Canadá al final a hacerla, y petardazo de peli.

Pero ¿luego no le mandabas WhatsApp en plan… tío, vaya locurote esto?

No, qué va. La relación que tuvimos fue estrictamente profesional durante la peli. Algún día nos habíamos ido de birras por Barcelona, cosa que ahora sería imposible hacer con Robert. Y justo acabó la peli y ya se fue, y no he tenido más relación con él. Pero bueno, fue divertido y curioso.

Y luego has trabajado muchísimo en teatro, por ejemplo con Pou.

Sí, mi salto profesional al teatro fue con él, con Los chicos de Historia, que también vinimos a Madrid. Y con eso estuvimos un año y medio girando por toda España, que son giras que cada vez se hacen menos, y ojalá se pudieran hacer más. Y coincidimos un grupo también de actores jóvenes, estaba Nao Albet

Sin Marcel Borrás.

Sin Marcel sí. Y luego acabé haciendo otra función con el Pou seguida, que era una especie de biopic de Orson Welles, también de gira con él. Y realmente fue muy divertido, le tengo mucho aprecio. Ha sido como un maestro.

Tienes una voz de proyección como la de Pou, ¿eh?

Sí, hombre, ya quisiera tener una voz como la del Pou.

Es que no lo notáis pero aquí resuena. En tu caja de resonancia se podrían freír unos huevos.

Sí, siempre la he tenido. Antes de ser actor ya me lo decían y no sé de dónde viene. Está colocada de manera natural. No sé,… Algo tendría que tener, ¿no?

Y ahora estás con Sueños de Libertad, o sea, combinas Una casa en la montaña con esta serie de televisión.

Sí, llevamos un año rodando… Esta es la segunda temporada y funciona súper bien. Somos líderes de audiencia y estamos haciendo unos números súper buenos, estamos encantados de la vida.

Y en todo esto, te dio tiempo a estudiar Humanidades.

Sí, soy licenciado.

Esta carrera profesional que tú has tenido no es la habitual porque los actores normalmente no van empalmando trabajos de uno al otro, y me imagino que has dicho muchos síes, pero ¿ha habido algún no?

Joder, mogollón.

Pero por tu parte, digo. En los castings ya me imagino, pero por tu parte, ¿has podido dar algún no, también?

Desde hace dos o tres años, por suerte, me encuentro en el privilegio, algunas veces, de rechazar proyectos, porque ya estoy en otros. Pero no es lo normal, realmente no es lo normal. Y me ha dado rabia no poder hacerlo. A mí me pasa un poco que quiero estar en todas.

¿Y cómo gestionas los noes?

Cuando yo digo que no, me quedo intranquilo porque quiero estar en todas, porque pienso: ¿qué me estaré perdiendo?. Pienso si le habrá sentado mal que le haya dicho que no, si me va a volver a llamar porque realmente sí que me apetece trabajar con él, pero no puedo. Y es un poco también el día a día del actor.

Lo normal es eso, es que no me siento bien ir diciendo que no a la gente, porque quién sabe de aquí a seis meses si voy a tener trabajo o no. Pero bueno, es lo que hay. Y a veces coincide, no tengo nada en seis meses, en un año, un año y medio, y de repente me viene todo de golpe.

Y lo gestiono como puedo. Y cuando me lo dicen a mí, bueno, eso yo creo que ha sido para mí uno de los grandes aprendizajes en mi carrera, que no pasa nada. Es una cuestión de probabilidad, de suerte… Tú puedes hacerlo muy bien en una prueba pero como quieran un tipo que mide 1,60, yo es que no voy a encajar. Claro, ¿y qué hago? ¿Me rayo, me agobio? No hay que quedarse anclado en eso.

Disfruta de la entrevista completa en nuestro Canal de Youtube.

Compra ya tus entradas:

Escrito por

Redactora Jefa de Teatro Madrid. Estudié Ciencias de la Información en la Complutense e interpretación con la técnica Meisner y Lecoq, donde descubrí la importancia de la escucha y el potencial del cuerpo.

Artículos relacionados
Comentarios
Sé el primero en dejar tu comentario
¡Enlace copiado!