Mientras los millonarios trabajan su vía de escape al espacio o cuando resuena el concepto de III Guerra Mundial nos preguntamos: ¿Cuál será el futuro que nos espera? Es un martes de octubre y vestimos todavía de verano, Javier acompaña el sol que entra por la ventana con una enorme sonrisa. Se apellida Ballesteros y quizá os suene porque recogió el Premio Max a la Mejor Autoría Revelación y Mejor Espectáculo Revelación en 2023 con Cucaracha con Paisaje de Fondo. Hoy nos presenta el ciclo de “Teatro en la Berlanga” que organiza la Fundación SGAE. Allí presentará su nueva obra ‘Del oso las yemas’, que todavía está sin terminar.
¿Cómo estás?
Javier Ballesteros: Bien, estoy con la cabeza un poco desquiciada en pleno proceso de escritura de la pieza. Estoy en ese momento obsesivo pero muy placentero. Me quedan todavía unos 10 minutos de obra.
Ya me imagino que cerrar el final es complicado.
Sí, me he metido en un berenjenal importante y ahora tengo que cerrarlo todo, y ver el climax. Es la parte más divertida pero también la más intensa.
Tenía muchas ganas de conocerte en persona y darte la enhorabuena por los Premios Max a Cucaracha con Paisaje de Fondo, me encantó la obra. ¿Cómo has vivido este reconocimiento y cómo ha impactado en tu carrera?
Me ha ayudado bastante, ha facilitado mucho la labor de autor. Yo soy también actor, y hace pocos años que me estoy ganando la vida como actor y he podido dejar de trabajar como camarero. Pero este año me he encontrado teniendo trabajo de autor, en la compañía -Mujer en obras- escribo, dirijo, pero lo he hecho siempre con ellas y dentro del tiempo libre que me dejaba actuar, ahora me están apareciendo muchas oportunidades para trabajar como autor y es muy bonito.
He intentado encontrar información de la obra pero no he conseguido rascar mucho ¿qué historia hay detrás de Del oso las yemas?
Te voy a leer la sinopsis que he escrito: En un monasterio de clausura en Asturias, las monjas ocultan un misterioso nacimiento. En el encierro férreo de los santos muros cuidan de una criatura a la que educan en el silencio y la ignorancia. Las hermanas rechazan el lenguaje y las costumbres humanas entregando el cuerpo a lo salvaje, evitarán por todos los medios que esta nueva especie se contamine del mal de la razón. Quizá así pueda sobrevivir en un planeta que ya está pidiendo un relevo, un nuevo heredero de paso lento que no conoce lo que es el tiempo. Esta es la sinopsis de momento.
Pinta bien, me ha venido a la mente la historia de El nombre de la rosa con unos personajes muy oscuros.
Sí, pues tiene un punto muy oscuro. De hecho, al principio el proyecto tenía que ver con la brujería, con la facultad femenina de causar pavor. Estaba más relacionada con el género de terror pero luego derivaron en monjas que se comportan más como brujas o como salvajes que como monjas. Tiene este tono oscuro pero combinado con uno costumbrista, como el de Cucaracha con Paisaje de Fondo.
¿Has dicho “Facultad femenina de causar pavor”? Ahonda, un poco más sobre esto, por favor.
(risas)
Sí, estuvimos investigando sobre la quema de brujas y una cosa que nos interesaba era por qué de repente a los hombres les dio por quemar mujeres. Y una de las cosas que encontramos es que, ante el miedo de la figura femenina, ante lo que te pone en juego como hombre, la solución es quemarla por el miedo que infunde. La bruja ha sido una forma de reivindicar ese poder de asustar que tiene, de hacer pequeño al hombre. En la obra la figura del hombre no está presente para nada pero ese género de terror o suspense se quedó impregnado en la pieza.
En el título de Cucaracha con Paisaje de Fondo encontramos de forma implícita a un Gabriel García Márquez en Cien Años de Soledad que relacionaba el instinto del ser humano a reproducirse con el instinto a matar cucarachas. En esta nueva obra eliges a un oso ¿Hay alguna metáfora que se me esté escapando?
A ver cómo te lo cuento sin hacer spoiler… hay una monja que se ha quedado embarazada. Es un nacimiento que no es humano, se ha quedado preñada de un tardígrado –un organismo que puede sobrevivir ante situaciones extremas-. A este bicho se le llama “el osito de agua” y las yemas es un paralelismo entre los clásicos dulces que hacen las monjas con la necesidad de que el oso ponga huevos para sobrevivir. (Risas) Es un disparate, según lo cuento en alto, me doy cuenta de cómo suena.
¿De dónde te viene la inspiración? Por lo que veo la biología te interesa mucho.
Cayó en mis manos el libro de Marina Garcés “La nueva ilustración radical” que me iluminó mucho. Habla del final del planeta que necesitamos los humanos para vivir dándolo por hecho. Y fue muy revelador, luego encontré el tardígrado y vi unas posibilidades dramáticas estupendas como heredero. La ciencia lo está utilizando para sintetizarlo y ver si podemos hacer uso de algunos de sus poderes.
«Hay un miedo europeo burgués que tenemos porque en otros países el fin del mundo llegó hace mucho»
La maternidad por lo que veo sigue latente, ¿con qué objetivo estás tratando este tema?
La maternidad es un concepto que se repite mucho en nuestra compañía, acaba siendo una excusa para hablar del futuro. En Cucaracha con Paisaje de Fondo se hablaba de la esterilidad y el poder de tener hijos como un proyecto. El ser humano necesita tener un proyecto, a raíz de ese proyecto creer que va a haber un futuro. La maternidad en este caso se trata como ¿el futuro existe? ¿Vamos a poder seguir aquí o no? Es un tema que remueve mucho.
¿Cómo puede el teatro impactar y transformar a la audiencia?
El tema que trato en la obra, este final hipotético, es algo con lo que a veces estoy de acuerdo y lo veo clarísimo pero en otros momentos no. Hay un miedo europeo burgués que tenemos porque en otros países el fín del mundo llegó hace mucho. Utilizar el teatro, en este caso, tiene que ver con enfrentar dos maneras de ver las cosas. El choque de esas dos visiones, esos dos extremismos, es donde puede haber teatro para hacerse preguntas.
«Para combatir el aburrimiento, mi arma es inventar»
Como creador, he leído que tardaste 4 años en gestar Cucaracha con Paisaje de Fondo ¿cuánto ha durado el proceso de creación con la nueva criatura?
Exacto, con Cucaracha con Paisaje de Fondo tardamos 4 años para ponerla en pie pero se escribió mucho más rápido. Hice una residencia en 2018 con la compañía y con lo que salió, me encerré unos meses y luego retocamos pero el grueso estuvo en un total de 5 meses aproximadamente. Luego nos pilló la pandemia que nos trastocó todo. Con esta obra, llevamos unos 3 años desde que surgió el concepto de la brujería, pero el proyecto ha ido mutando. El verano pasado lo concretamos con el monasterio y las monjas de clausura. Desde entonces, yo he estado escribiendo y haciendo cursos de escritura para ir chequeando el proyecto. Ahora ya tengo una hora y cuarto pero como me han concedido la Beca de Dramaturgia de Kamikaze, tengo que tenerla terminada en junio de 2024. Queda mucho pero yo quiero tener un primer borrador antes de diciembre y luego, hasta junio, trabajar en los últimos retoques.
¿Cuál es tu proceso creativo al escribir una obra de teatro? ¿Tienes alguna rutina o fuente de inspiración particular?
Necesito encerrarme en casa para centrarme en escribir y luego nadar. Nadar mucho y solucionar los problemas mientras nado, porque mi pensamiento va entonces con otro ritmo y se me van colocando todas las piezas despacito y mejor. Me parece un deporte aburridísimo pero es el único que me gusta y, para combatir el aburrimiento, mi arma es inventar. Y se me pasa el tiempo volando.
A nivel de estilo, en Cucaracha con Paisaje de Fondo combinabas el verso con el coro de las tragedias griegas desde un punto de vista contemporáneo que me pareció magistral ¿hay alguna mezcla explosiva también en esta nueva obra?
Sí, le sirve mucho el verso a este tipo de imaginario. En este caso, es un poquito más elegante, también porque hay un ambiente solemne del monasterio que lo requiere. Pero luego se rompe mucho el verso y entra una prosa muy costumbrista. Hay una cosa que me está divirtiendo mucho, lo que vienen a defender estas monjas asalvajadas es la renuncia al conocimiento, la renuncia al lenguaje, a la razón. Y esto pasa a través de la propia palabra, están intentando mantener el silencio todo el rato, no hablar y han llegado a un punto donde el cerebro deconstruye el lenguaje, se inventan palabras, hablan en desorden, entonces tienen que hacer esfuerzos por hablar bien porque su cerebro ha deconstruido el lenguaje. Hay muchos textos que es un lenguaje ininteligible y eso es divertido también.
Y, dentro de la lectura dramatizada, como dramaturgo, pero también con los conocimientos que tienes como actor y director, ¿cómo planteas esta forma de representación teatral?
Hemos tenido ya el primer ensayo, nos reunimos para leerlo, pero la verdad es que todavía no sé cómo lo voy a plantear. Creo que va a ser muy sencillo porque el texto es complejo y tiene que poder llegar con claridad y entenderse. No va a haber mucho movimiento pero sí que quiero que haya algo sonoro porque es importante y puede acompañar pero va a estar todo muy enfocado en la claridad de la palabra.
Y al ser un proyecto de creación colectiva, ¿desarrollas el personaje teniendo en cuenta a la actriz que lo va a interpretar?
Sí, esta vez sí. En este caso son sólo tres actrices, pero también en la residencia han participado todas las que han podido. Pero es la primera vez que escribo sabiendo qué tres actrices lo van a decir. Son Pilar Bergés, Bárbara Santa-Cruz y Violeta Orgaz. Y me están diciendo que claramente se ve que está escrito para ellas. Como las conozco tanto ya y algunas son casi como hermanas, les puedo escribir cosas que les escucho decir en el día a día y también ponerlas al servicio del teatro. Es muy bonito.
«Fernanda Orazi es una de mis maestras primordiales»
¿Hay algún ejemplo de lectura dramatizada que recuerdes como referencia?
Sí, siempre que tengo que hacer una lectura, me acuerdo de una que vi en Conde Duque, de Pablo Messiez con Fernanda Orazi, que se llamaba «Los Bichos». Era muy sencillo, pero estaba ahí Fernanda apoyando el peso de la cabeza en la mesa y era una propuesta física muy clara. Se podía sostener todo el texto desde ahí, aparte de las palabras de Pablo, que son de tanta belleza,.. lo tomo siempre como ejemplo de lectura dramatizada bien hecha.
Y, por último, para recapitular: En 2016 pones en marcha el proyecto de creación colectiva “Mujer en obras”, que elige a la mujer como origen y desencadenante de la ficción. Desde la compañía ponéis en tela de juicio a los arquetipos femeninos ¿qué te motivó a ahondar en este tema?
El motor inicial por el que convoqué a las once actrices originalmente fue que yo no había visto ninguna obra con muchas mujeres sobre el escenario haciendo lo que hacíamos en LA, nuestra primera obra. Y, sobre todo, tenía el gusto estético de ver a muchas mujeres muy distintas sobre el escenario, haciendo cosas disparatadas y compartiendo un lenguaje común que yo he estado explorando durante mucho tiempo con Fernanda Orazi, que es una de mis maestras primordiales. Y poco a poco fuimos viendo los temas, propusimos muchos ejercicios para identificar qué era lo que a ellas les movilizaba. Qué escenas te da placer actuar, qué lugares sientes que no has actuado suficiente y qué tienes ganas de poner sobre un escenario.
Qué maravilla, Javier. Os deseo mucha mierda y muchos éxitos.
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