Daniel Bianco abre esta nueva temporada al frente del Teatro de la Zarzuela con El caserío, comedia lírica en tres actos, con música de Jesús Guridi y libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw.
Tras la intensa temporada pasada, Bianco sigue apostando por proyectos novedosos y variados. El director del Teatro de la Zarzuela cree que este género es más amplio que el simple tópico de los chulapos y Madrid. El género chico salió de nuestras fronteras y la lió. Por eso, entre el orgullo de representar este género grandioso y el reconocimiento de su efecto, Bianco ha programado para este año una zarzuela cubana, Cecilia Valdés y dos obras de Guridi, Mirentxu, que se ofrecerá en versión concierto y cantada en euskera y El caserío, auténtico clásico dentro del género, 93 años después de su estreno y tras pasar 42 años sin que se haya representado en el teatro de la calle Jovellanos.
El estreno de esta producción además se complementa con varias conferencias sobre la obra de Guridi y con unos encuentros tanto con estudiantes de la RESAD como con alumnos de la Escuela Superior de Canto. Porque el teatro no es sólo exhibición, sino fomento y aprendizaje.
Para un acontecimiento de esta magnitud, Bianco ha querido contar con la batuta sabia de Juanjo Mena, quien ha desgranado cada nota de esta partitura que ama. El maestro Mena ha entresacado los sonidos mas intensos y brillantes, saltando del verismo y la intensidad «wagneriana» a las notas más tradicionales con una fluidez y una sabiduría innegables.
Para la puesta en escena han recurrido a un montaje de hace unos pocos años, una coproducción entre el Arriaga y el Campoamor con Pablo Viar como director de escena. Pese a ser un montaje ya visto, el contar con un elenco nuevo y la más profunda investigación de la obra hace que en esta ocasión, según Viar “hayamos logrado lo más cercano a la versión ideal”.
Los nombres de Juan Gómez Cornejo, Jesús Ruiz o el propio Bianco aseguran una iluminación, un vestuario y una escenografía inmejorables. Y si a esto le añadimos las coreografías de Eduardo Muruamendiaraz y el trabajo de la Aukeran Dantza Konpainia el nivel se dispara.
En esta ocasión la acción se sitúa en la sidrería del pueblo y en el frontón, en el frontón de Arrigorri, centro social del pueblo. Ese frontón es el ágora en el que se reúnen, pactan, hablan, cantan, se enamoran, se persiguen, se esquivan y se buscan Txomin e Inosensia, Ana Mari y José Miguel y el tío Santi, Eustasia y Manu. Con todos los vecinos del pueblo, como un coro griego que presencia los amores y vaivenes de los habitantes de este Macondo vasco.
En esta ocasión no hay un primer y un segundo elenco. Los dos repartos son de primerísima línea y de una calidad innegable y descomunal.
Raquel Lojendio y Carmen Solís serán dos Ana Maris siderales mientras que José Miguel será José Luis Sola o Andeka Gorrotxategui según el día. El tío Santi se lo repartirán Ángel Odena y José Antonio López mientras que Txomin e Inosensia serán Jorge Rodríguez-Norton o Pablo García-López y Ana Cristina Marco o Marifé Nogales. Eustasia, Manu y Don Leoncio serán Itxaro Mentxaka, Eduardo Carranza y José Luis Martínez en todas las funciones.
Comienzo de temporada sólido y de una calidad apabullante en nuestro Teatro de la Zarzuela. Esperemos que este año, que podría ser el último de Daniel Bianco al frente del teatro, sea inolvidable. Desde luego, si empieza así, la cosa promete, porque desde luego, El caserío que podemos ver en el teatro de la calle Jovellanos demuestra que cuando se cuenta con los mejores, este género, de chico no tiene nada.
David García / @DavidGarV
Fotos Javier del Real