MENTES PELIGROSAS: ESPECTÁCULO DE HUMOR

Leo Harlem: «La comedia es una terapia»

Inspirado en las fiestas de antiguos alumnos, 'Mentes Peligrosas' es el reencuentro en el que se podrá disfrutar de los cómicos más importantes de la historia

Emma Álvarez

Leo Harlem parece un tipo serio pero en el momento en que comienza hablar ya ves que el humor forma parte de su día a día. En esta entrevista, nos presenta Mentes Peligrosas que está agotando localidades en su paso por los teatros de toda España y con una ansiada parada en Madrid el 7 de diciembre en el Wizink Center. Hablamos con ese Leo Harlem que se viste con uniforme de colegio para el cartel de este espectáculo.

¿Cómo es tu personaje dentro de la obra?

La plantilla va girando, es como una reunión, como un festival de humor, prácticamente. Cada uno tiene su estilo, su forma de entender el humor, pero aquí, la verdad, que siempre que hemos trabajado juntos y siempre nos ha funcionado muy bien. Ya has visto que la preventa es brutal, está funcionando de maravilla. Estamos ahora de gira y el fin de fiesta será en el Wizink Center.

¿Cómo eras hace 25 años?

Hace 25 años yo no me dedicaba al humor. Llevo desde el año 2003 dedicado al humor. Hace 25 años trabajaba de camarero, estuve unos años, luego empecé con esto y llevo ya 21 años.

¿Qué te empujó a trabajar en el humor?

Yo tenía un piso cuando trabajaba de camarero, y debajo del piso había un sitio con actuaciones, que venía a actuar Pepín Tre, Pablo Carbonell, Amaral… Venía mucha gente. Entonces yo me bajaba a tomar una copita cuando cerraba el mío, y el tío del local me decía: «me río más contigo que con los que vienen». A partir de ahí, hice una actuación y así empezó el tema. Eso fue en el 2001, luego ya en el 2003 que quedé en la final de El Club de la comedia, salí en televisión y ya empecé a dedicarme profesionalmente.

¿Cómo era tu colegio?

Yo era de colegio privado estudiaba en los Maristas, en Valladolid. Pero, lo del uniforme, era una prenda clásica, una americana, una corbata, va bien. Estábamos entre los niños de San Luis de Alfonso y el Caiga quien Caiga. El uniforme es más beneficioso, es más inteligente. Lo que pasa es que tiene unas connotaciones… los niños cuando van de uniforme se creen que van a desfilar con la Gestapo y sin embargo es lo más barato y lo más económico. Además es lo menos clasista. Si vas con unas zapatillas que valen 200 euros y el otro con unas zapatillas de 30 pues ya surgen tensiones. El uniforme está bien, es más práctico.

¿Cómo era Leo Harlem en el colegio?

Yo he sido muy buen estudiante lo que pasa es que no iba a clase, sobre todo a partir de COU. Tenía facilidad para el estudio, no había asignaturas que se me atragantaran. Tuve un pequeño problema con el latín pero me lo arregló mi tío, que era un fenómeno del latín y con un libro que estudió él, fue la clave. Era un libro muy simple que estaba explicado perfectamente.

¿Incorporáis anécdotas del colegio?

Sí, mi personaje se basa en mi experiencia personal. He vivido una vida distinta a la de una persona de 25 años: los programas de televisión, el estilo de vida, lo que había en las casas… había un televisor enorme y aparatoso. Ahora los chavales tienen su tablet, ven lo que quieren, lo tienen todo en las plataformas… yo para ver una película, un clásico del cine, en Valladolid, tenía que echarlo una filmoteca. En televisión no había eso y ahora hay mucha más información. Entonces, mi personaje vive de eso, de lo que me ha tocado vivir.

¿Es más fácil trabajar ahora en la comedia?

Hacer reír siempre es complicado porque es un registro distinto. No digo mejor ni peor, pero es distinto. Lo que sí que sucede es que la comedia, si encaja bien en la gente, la gente le tiene mucho cariño a la comedia porque lo necesita. La comedia es una terapia, porque los dramas han llegado un momento en que cansan porque ya no puedes con más dolor, entonces necesitas soltarte un poquito ahí. Pero es complicado, el mundo digital ha generado un concepto de vida que ya somos juez, abogado, fiscal, abogado defensor, toda la vez, y es agotador. Entonces, cuesta porque hay muchos procesos,… Yo mismo me autocensuro, podía meter un chiste más gracioso, pero es hiriente y no me gusta. Pero sí que es verdad que ahora hay muchos ojos puestos en todo lo que se hace, en todo lo que se dice, y hay muchas polémicas, pero bueno, es lo que hay, es lo que hay, hay que adaptarse.

Puedes ver la entrevista completa en nuestro canal de YouTube.

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Escrito por
Emma Álvarez

Redactora Jefa de Teatro Madrid. Estudié Ciencias de la Información en la Complutense e interpretación con la técnica Meisner y Lecoq, donde descubrí la importancia de la escucha y el potencial del cuerpo.

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