EL CABALLERO DE OLMEDO DEL 6 AL 15 DE OCTUBRE EN EL TEATRO DE LA ZARZUELA

Lluís Pasqual: «En la ópera, a diferencia del teatro, hay un filtro, una faja que filtra las emociones, que es la música»

El Teatro de la Zarzuela abre temporada con un estreno absoluto: la ópera 'El Caballero de Olmedo'

Redacción

“Estrenar una ópera en la actualidad es casi imposible”. Y esto lo dice el maestro Arturo Díez Boscovich, autor de este casi milagro en los tiempos que corren. Celebramos, ni más ni menos, un estreno absoluto: la ópera El Caballero de Olmedo que podremos ver hasta el 15 de octubre en el Teatro de la Zarzuela. La historia en verso del Caballero de Olmedo es, según el compositor, un “estímulo tremendo”. Pero que no cunda el pánico en las butacas porque a pesar de ser una creación musical contemporánea se trata de una partitura que quiere gustar y conectar desde el principio con el público (atentos al preludio), con melodías que podamos disfrutar todos los que queramos acercarnos a ellas sin tener que hacer, nos dice Díez Boscovich, “ningún curso de solfeo por correspondencia”.

Imagen de 'El caballero de Olmedo' de Lluís Pasqual

El Teatro de la Zarzuela pone en escena la ópera ‘El caballero de Olmedo’ de Lluís Pasqual

Lluís Pasqual, como director de escena, asegura que ha intentado hacer lo que siempre hace cuando trabaja en este género porque no es teatro tal cual ya que la música lo cambia y lo envuelve todo: “Yo he intentado hacer lo que siempre hago cuando hago ópera que es ponerme al servicio de la música. Las palabras son muy importantes; las palabras son como carbones ardientes que contienen una energía de la cual sale la música”. Y qué palabras, ni más ni menos que las del fénix de los ingenios, don Lope de Vega.

Los sentimientos encontrados de Lope de Vega

Lope de Vega habla del amor como muy pocos saben hacerlo. La aportación de Lope es no sólo hablar del amor sino de su ausencia, qué nos ocurre cuando ese amor no está. El dolor de la ausencia más que la felicidad de la presencia. «Es la historia más bella de nuestra lírica sobre el amor y el dolor de su ausencia» según Pasqual.

Por otro lado, este Caballero de Olmedo cabalga con la envidia, lo que Pasqual ha denominado “la maldición ibérica”. Si el Caballero de Olmedo no fuera de Olmedo sino de un recóndito lugar en el mundo, igual la cosa no hubiera acabado en drama, pero ser del pueblo de al lado le añade un plus de cuestión imperdonable a cualquier conflicto. De esta manera, como nos cuenta el director de escena, «el caballero de Olmedo no muere sólo por enamorarse de la chica de Medina o por ser el triunfador de la corrida de toros, sino porque es del pueblo de al lado». Bien se merece el pobre desdichado un réquiem como la maravillosa composición que ha elaborado para el final de esta ópera el músico malagueño.

Lugares físicos y anímicos

De Medina a Olmedo, los dos pueblos protagonistas de la obra, hay 20 kilómetros. Y aunque pueda parecer imposible en tan corta distancia, el paisaje cambia.

Para reflejar los diferentes ambientes y con el objetivo de imprimir sello y ritmo a la producción, la escena se mueve y respira a través de videoproyecciones. Con leves movimientos, la escena transcurre y cambia en imagen de manera natural y cómoda para el espectador. Se construyen de esta forma lugares físicos y anímicos. Esta escenografía, de la que se ha encargado Daniel Bianco, allana el camino para llegar a todo el que sienta curiosidad por el género y quiera acercarse a él por primera vez sin alejarse del público más tradicionalmente ligado a lo lírico.

La escena de ‘El Caballero de Olmedo’ se mueve y respira a través de videoproyecciones

La orquesta, un personaje más

«En la ópera, a diferencia del teatro, hay un filtro, una faja que filtra las emociones, que es la música» asevera Lluís Pasqual.

Esta obra, escrita en verso, ya es música en sí misma. La dificultad radica en poner otra que realce esa musicalidad creada ya por el propio Lope. «Hay muchos mitos con la relación del director de orquesta, pero la buena relación es la complicidad silenciosa» comenta Lluís Pasqual sobre la relación entre la dirección escénica y musical. «Somos como dos vías del tren que llevan a un punto que es el caballero de Olmedo. Nuestra relación erótica es un trío, y el que mandaba era Lope».

Arturo Díez ha escrito la partitura específicamente para las voces del elenco. «He escrito la obra que a mi me gustaría escuchar». Al ser un estreno absoluto, no hay referencia de esta obra a nivel musical, lo que supone un reto. «La estética musical realmente es la que suelo emplear en toda música que escribo y se basa en un principio clarísimo que uno de mis referentes, Antón García Abril, siempre me transmitió: la música es una forma de comunicación entre los seres humanos».

Y es, en esta capacidad que tiene la orquesta de comunicar al oyente, en la que incide el director musical. «La orquesta, casi como un personaje más, nos habla y nos puede llevar al delirio más absoluto, tanto en plenitud de alegría como al más oscuro sentimiento de tristeza».

Esta composición es tan rica, que Germán Olvera -protagonista que actúa en la piel de Don Rodrigo- nos avisa: «Me atrevo a asegurar que parte del público se irá silbando las melodías».

Qué buena noticia que lo mejor de nuestra literatura tenga hueco hoy en el Teatro de la Zarzuela, que lo mimemos y miremos desde el presente con la esperanza de hacerlo aún más eterno. Qué buena noticia que lo que parece imposible se convierta en realidad.

Más info y venta de entradas:

Escrito por
Redacción

Nuestro equipo ofrece la información más actualizada sobre los últimos estrenos de la cartelera teatral de Madrid.

Además, el equipo de redacción de la Revista Teatro Madrid te trae entrevistas a profesionales del sector, los mejores análisis y curiosidades de las obras teatrales para que conozcas todos los detalles de este emocionante mundo escénico.

Artículos relacionados
Comentarios
Sé el primero en dejar tu comentario
¡Enlace copiado!