Los clásicos teatrales brindarán y compartirán mesa con el público en ‘El banquete’.

José Antonio Alba

La CNTC ha querido cerrar el ciclo 3 Jóvenes y clásicos 3 estrenando El banquete, espectáculo con una particular puesta en escena que, más que una función, pretende ser una celebración del teatro. Los artistas y el público compartirán mesa y vino en un acto que pretende diluir la cuarta pared y olvidar el escenario para brindar por la imaginación mirándose a los ojos.

Con El banquete se ha querido recuperar la idea que en el año 2015 puso en pie Catherine Marnas para el Théâtre National de Bourdeaux bajo el título Le banquet fabulateur, inspirándose en el ensayo que Nacy Houston escribió bajo el título L’Espèce fabulatrice donde “Se reflexiona sobre lo que somos como especie»; y que como nos explicaba Helena Pimenta, co-directora junto a la propia Catherine Marnas de esta versión que se estrena en el Teatro de la Comedia, la manera que tiene el teatro de hacer esta reflexión es contando historias, «nos constituimos con nuestros relatos, con el desarrollo de nuestro imaginario”.

En esta nueva versión de El banquete se han incluido textos de nuestro teatro universal que no figuraban en la producción original. ”En Francia se pone los ojos en la tradición teatral del norte” comenta Catherine Marnas “pero damos la espalda al sur y yo creo que es como una corriente de aire que revitaliza”. Un desafío que ha recaído en la figura de Álvaro Tato, quien se ha encargado de la adaptación, construyendo una nueva dramaturgia donde incluir a nuestros autores, que formarán una sola voz junto a los grandes nombres del teatro inglés o francés, “no son pinceladas sueltas, hemos trabajado para que todo vaya hilado y funcione como una bandera de la imaginación y de la fantasía.”

Los encargados de dar vida a todos los personajes de El Banquete son Lola Baldrich, Gonzalo de Castro y Manuela Velasco, que comparten experiencia junto a Pablo Béjar, Jimmy Castro y Aleix Melé, integrantes de La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico. Todos ellos se sentarán a la gran mesa dispuesta en la Sala Tirso de Molina, mezclándose con los espectadores y convirtiendo la función en una velada de unión, donde se invocaran a los diferentes mitos del teatro universal para que, a través de las palabras escritas por sus autores, iluminen este instante de celebración, recuperando la idea del Symposium, cuya traducción literal es “beber en común”, excusa perfecta para poder escuchar la voz de La Celestina mezclándose con la de Don Quijote, o donde Julieta compartirá mesa junto a Edipo, e incluso Segismundo o Hamlet intercambiarán sus dudas existenciales con la figura de Don Juan.

Todo un festín de la palabra, música y teatro que rompe con la idea preconcebida del teatro y que, en palabras de Pimenta, “es como un viaje del camerino a la escena” con el que a través de la proximidad poder sentir cómo es el latir de los clásicos. Una experiencia que para Manuela Velasco supone estar “tocando las teclas con las notas más altas y afinadas de la sensibilidad, el pensamiento y el conocimiento humano” y que Gonzalo de Castro califica como “una fiesta y un reto actoral”; siendo para ambos la primera vez que se ponen al frente de un espectáculo de la CNTC. El Banquete da la oportunidad al intérprete, no de actuar frente a un público, si no, como dice Pablo Béjar “tenerlos al lado y desde ese lugar poder decir esos grandes textos a la persona. Hablarles”.

Texto José Antonio Alba

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José Antonio Alba
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