María Folguera baja de los altares a Santa Teresa para subirla al escenario

José Antonio Alba

Maria Folguera reescribe La guerra según Santa Teresa, un trabajo interpretado por Julia de Castro y Carlos Troya, con el acompañamiento en escena de la artista plástica Eva Zaragozá Marquina.

¿Qué tiene Santa Teresa para que un grupo de artistas jóvenes quieran llevar su historia al teatro? Esta pregunta era la que más ruido hacía en mi cabeza antes de sentarme con el equipo que reestrena La guerra según Santa Teresa. Y desde luego, no debo ser la única que se lo cuestiona, porque tenían clara la respuesta.

Julia de Castro, actriz protagonista, es de Ávila, ciudad que ama y que reniega de la santa, pero que lleva el nombre de la mística castellana como estandarte. Julia quería revisitar la figura de Santa Teresa desde la mirada de María, alguien a quien admira. De la unión de estas dos mujeres tan opuestas, nació este trabajo.

Maria Folguera invocan a Santa Teresa desde sus propios textos, pero con un lenguaje accesible y cercano. “El espectáculo es el acercamiento de unos personajes ateos del siglo XXI a una historia de mística y religión que les cuesta entender”.

Y para sorprendernos, la directora se acerca a la santa desde poetas como Olvido García Valdés o Simone de Beauvoir. En sus propias palabras, “hay distintas puertas al mito, a la figura de esta mística. Hay mucha incomprensión en torno a su historia, pero en esta obra se ve la puerta de entrada”.

Esta función es compleja por el tema y por los recovecos que se presentan en cada nuevo ensayo. “La historia de Santa Teresa tiene muchas capas y muchas caras, y nunca se agotan”.

El equipo al completo recomienda este trabajo a alguien con y sin bagaje religioso. Tras las funciones, gente experta en la figura de Santa Teresa reconoce que se ha captado la esencia real de esta mujer. Los no iniciados, se sorprenden. Da igual desde qué lado del termómetro religioso te acerques, La guerra según Santa Teresa, no deja indiferente.

María Folguera subraya que “esta obra se acerca a la mística de una manera respetuosa que valorarán los religiosos y que servirá para que los ateos hagan autocrítica y descubran una figura histórica”.

La directora también habla de las contradicciones de Santa Teresa, una mujer que vivía en la paradoja. Y destaca que en el escenario veremos nuevas visiones del erotismo, la muerte, la edad, el género, o la vida propia.

Uno de los temas fundamentales que marca María es la capacidad de esta obra para hablar de la muerte de manera explícita. “Nuestra cultura, en el proceso de hacerse más laica, ha cortado de manera frontal hacia la muerte, nos hemos quedado sin recursos y la hemos convertido en tabú. Me afecta no tener recursos para acompañar al moribundo, para pensar en tu propia muerte. Me parece un sentimiento de orfandad horroroso”.

En la época de Santa Teresa, tras su muerte la trocearon y repartieron su cuerpo con amor, algo que con los ojos de hoy parece sadismo. Antes el cuerpo se veneraba, ahora no se acepta la visión del cadáver. Ese contraste con el tema de la mortalidad, sube a escena.

La guerra según Santa Teresa quiere captar al espectador normal, que decide ir al teatro, con el modo de llevar la historia al escenario. Es una obra que se hace a medida que avanza el texto, con pintura, poesía e historia. María Folguera plantea preguntas y hace sugerencias para conocer a Santa Teresa. Vas al teatro y de manera cercana “conversas” con los actores sobre una de las figuras religiosas más conocidas de nuestro país.

Comprendes, te alejas y exprimes la vida de Santa Teresa. Y todo con brochazos de pintura que va completando este cuadro que pinta en escena Eva Zaragozá Marquina.

Tengo que despedirme de esta santa a la que yo, como alumna de un colegio de monjas y atea convencida, he visitado con más recelo que entusiasmo. ¿Cuál sería su discurso sobre el feminismo si viviera hoy?, le pregunto a la directora, que a estas alturas del proyecto, quiere a esta figura muchísimo más que yo. “Diría lo mismo, con lenguaje de este siglo”. María destaca que “Santa Teresa es reivindicativa, combativa, y al mismo tiempo tiene claros sus miedos, sus demonios, sus crisis de modestia. Los personajes ejemplares tienden a ser conocidos por un único discurso, pero Santa Teresa tiene contra-discursos constantemente, y eso lo más interesante”.

Actores, directora y pintora definen la obra con una palabra cada uno: Viaje a la libertad, frío, madera y movimiento. Ahora nos toca ir al teatro y escoger la nuestra.

Texto Iduna Ruiz

Fotos Eva Viera

Escrito por
José Antonio Alba
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