Siete trabajadoras de la industria automovilística se suben por primera vez al escenario convocadas por Voadora, una de las compañías más prolíficas y brillantes de la vanguardia escénica nacional e internacional, que ahora vuelve al CDN con Garage, un espectáculo con siete protagonistas femeninas y un único protagonista masculino: el coche. No en vano, esta propuesta se ha ido montando por partes, como las piezas de un coche, desde la fase de diseño inicial hasta el ensamblaje final, sobre todo por las características de un elenco que trabajaba por turnos y les obligaba a ensayar por separado.
Dirigida por Marta Pazos con dramaturgia de Fernando Epelde -artista multidisciplinar y uno de los autores más interesantes del momento-, Garage es una investigación poética sobre el cambio de rol de la mujer en el marco socioeconómico europeo. “Es uno de los proyectos más flipantes que hemos hecho en los once años que llevamos como compañía” dice Marta. Un trabajo de investigación que comienza en Francia, por encargo del Teatro de Montbéliard, y que, en aquella ocasión, contó con los testimonios y la participación trabajadores y trabajadoras de la fábrica de Peugeot.
Durante el proceso de investigación no solo se entrevistaron con personal en activo de la fábrica, sino también con jubilados, sindicalistas, mecánicos y todo el complejo comercial y cultural que rodeaba a la fábrica, clubs de automoción, salas de conciertos “garajeros”, grupos femeninos de rock industrial, escuelas de mecánica o el propio museo de la Peugeot. Y en todos esos encuentros, el punto de partida siempre era el mismo: “¿dónde están las mujeres y cuál es su realidad, en el pasado y el presente, en ese contexto industrial?».
Después de ese primer montaje, estrenado en 2017 en Montbeliard, el Festival Escenas do Cambio de Santiago de Compostela invitó a la compañía a estrenar Garage en España. “Desde ese mismo momento tuvimos claro el paralelismo de ciudad metalera y situamos la historia en Vigo”, cuenta Marta Pazos, solo que en esta ocasión decidieron contar únicamente con mujeres para la creación de este espectáculo. “Después de muchas discusiones decidimos que el conflicto era mucho más fuerte si trabajamos solo las historias de mujeres y buscábamos otro lugar para el hombre”, comenta Fernando Epelde.
El proceso de búsqueda no fue fácil, “intentamos un primer contacto con las fábricas de Vigo, pero no lo conseguimos” comenta José Díaz, miembro de la compañía, “tal vez por el hecho de tratarse de un espectáculo sobre el machismo en la fábrica”. Así que tuvieron que poner anuncios en prensa y redes sociales para llegar a las trabajadoras de la industria del motor. En sus testimonios nos hablan del paternalismo con las que eran tratadas cuando empezaron a trabajar hace veinte años y cómo ha sido el proceso de incorporación de la mujer a puestos o áreas de trabajo tradicionalmente masculinas. “Los testimonios tienen un tratamiento muy espectacular”, dice Epelde, “desde el principio quisimos contaminar la parte teatral de realidad y la parte real de teatro”.
Pero estas trabajadoras de la industria automovilística no están solas en el escenario. Les acompañan artistas de la compañía y música electrónica en vivo, compuesta a partir de sonidos captados de maquinaria. “No ha sido fácil”, nos comenta Bibiana Lias, una de las actrices de este montaje, “no somos profesionales del teatro, pero, si algún día me llama Marta, volvería a trabajar con ella con los ojos cerrados”. Para Marta Pazos, este encuentro entre la compañía y la comunidad, entre el teatro y la vida, no ha podido funcionar mejor. “Ha sido un viaje no solo artístico, sino vital”.
Telón lento y final.
Texto Juan Mairena
