Los Teatros Luchana estrenan La Herencia, el nuevo texto de David Barreiro, una historia sobre las herencias, no solo materiales, que poseemos en cada una de nuestras familias. Una comedia interpretada por Jose Carretero, Fernando Coronado, Isabel Torrevejano y Stany Coppet bajo las órdenes de Pepe Ocio, quien se estrena en esto de la dirección con este espectáculo.
Precisamente es con él, con Pepe Ocio, con el que hemos quedado para charlar sobre esta puesta de largo. Un actor al que llevamos tiempo viéndole sobre los escenarios, desde la mítica MBIG de José Martret en La Pensión de las Pulgas, pasando por la ganadora del MAX como mejor espectáculo en el 2015, Cuando deje de llover de Andrew Bovell o Lluvia Constante a las órdenes de David Serrano hasta llegar a Smooking Room o la más reciente Las Metamorfosis vista en la última edición del Festival de Mérida junto a Concha Velasco, batiendo todos los records de taquilla del festival. Pero ahí no queda la cosa, su carrera ha ido creciendo y expandiéndose, de los escenarios a las pantallas, donde le hemos visto en títulos como Gran Hotel, Las chicas del cable o Alta Mar, en televisión, o Camino, con la que ganó el Premio Unión de Actores, El Reino, Tiempo después o Isaac que está pendiente de estreno en cines.
Ahora Pepe ha querido conquistar nuevos territorios, explorando la dirección escénica con La Herencia, un terreno en el que parece sentirse cómodo y todo apunta a que este puede ser el inicio de un nuevo camino.
Teatro Madrid.- Antes de comenzar, he de confesarte que no pensaba que te interesara el tema de la dirección.
Pepe Ocio.- Hasta hace dos años yo tampoco. Me llegas a preguntar y te hubiera mirado como “¿Tú estás loco?”. Pero en estos años, desde que hice MBIG hasta ahora, que van a hacer más de seis años, me he hecho casi 600 funciones y al final, cuando estás tan inmerso en el teatro, hay un momento que sientes la necesidad de hacer algo desde ese lugar.
TM.- ¿Cuál fue para ti ese punto de inflexión?
PO.- A mí me pasó cuando estábamos en Smooking Room, dije “Necesito salirme y ver esto desde fuera” así que en la gira eché un cable con la dirección y me sentí tan bien que pensé que si surgía algo lo haría. Pero tenía mucho trabajo y no surgía, hasta que me llamó esta compañía y les dije que sí.
TM.- ¿Y qué tiene La Herencia que te ha llevado a decidir que sea tu puesta de largo?
PO.- Necesitaba que lo primero que dirigiera fuera algo que yo entendiera bien, que supiera transmitir la idea y no tuviera demasiados elementos técnicos. De entrada ya me gustó porque era un texto muy poco pretencioso, pero a la vez tiene mucha profundidad y tiene toques de comedia negra que a mí me encanta.
TM.- Te lanzas a dirigir una comedia, pero como actor, en teatro, te hemos visto muy poco en este género.
PO.- En teatro solo he hecho una obra muy pequeña en la Sala AZarte, para el SURGE, que se titulaba Dentro y fuera dirigido por Victor García León, con quien después rodé Selfie. Es verdad que no hago mucha comedia, pero todo el mundo que me conoce se extraña de que no la haga; de hecho, cuando me pongo a dirigir, los propios actores se ríen y me dicen “Es que eres muy gracioso” y les digo “Ya, pues nunca hago comedia” ¡Será que la tengo que dirigir y no hacerla! (Ríe) ¡y yo encantado!
TM.- ¿Cómo definirías tu método de trabajo como director?
PO.- Me he guiado mucho por la intuición. Para una cosas soy muy ordenado, pero para otras soy muy caótico, he llegado cada día al ensayo con diferentes propuestas y tenía claro a dónde quería llegar, pero me gusta mucho hacer y deshacer, cuando parece que comienza a aparecer algo más definido, lo deshago un poco para que aparezcan cosas nuevas y volvemos al mismo sitio. Así se mantiene la frescura.
TM.- ¿Qué puedes adelantarnos de lo que vamos a ver en La Herencia?
PO.- Habla de tres hermanos que se reencuentran después de mucho tiempo porque ha fallecido su tía y tienen que recibir una herencia. Pero la función no habla solo de la herencia que van a recibir, o no, de manera material, también habla de las herencias de comportamiento que tenemos de nuestra propia familia.
TM.- Háblanos sobre los actores con los que estás trabajando.
PO.- Jose Carretero y Fernando Coronado hicieron Afterwork que se estrenó en la Sala Nueve Norte y luego pasó por el Lara y por el Alfil; se nota como una complicidad entre ellos e Isabel Torrevejano, y eso ha ayudado a la relación de hermanos que tienen. Los tres estudiaron en la misma escuela que yo. Y el notario, que lo interpreta Stany Coppet, es un actor francés maravilloso que le da un toque completamente diferente; el hecho de que sea francés, que hable con su acento, la apariencia, tan alto y moreno, crea un contrapunto muy cómico. Me gusta mucho que marque tanto la diferencia con ellos porque es la visión externa de esas dinámicas de familia.
TM.- ¿Cuál es para ti el punto fuerte de La Herencia?
PO.- Para mí destaca el contrapunto entre el melodrama familiar con la comedia negra porque posee el humor negro de lo cotidiano. El cómo, viéndolo desde fuera, pueden resultar cómicos momentos que no son nada graciosos. En nuestras familias vivimos las cosas con mucho drama todos, pero si alguien lo ve desde fuera puede decir “Esto es muy ridículo”. No es un humor desternillante, es un humor con toques surrealista, no la obra, pero sí que es mi sello; porque en las familias pasan cosas surrealistas todo el rato. Tú cuentas cosas de tu familia y la gente te mira como no dando crédito y eso es lo que a mí me apetecía mostrar. A veces nos quedamos atónitos ante determinadas dinámicas familiares y estas cosas nos hacen mucha gracia.
TM.- ¿El autor, David Barreiro, ha estado presente?
PO.- Sí, ha estado muy presente. Ha venido a los ensayos, ha dado muchas ideas. Es un tipo bastante lúcido, muy calmado y aporta mucho con su visión desde fuera. La verdad que me gusta trabajar con él, me ha dado toda la confianza para proponer cambios, porque no a todos nos sientan bien todas las palabras.
TM.- ¿Eres el tipo de director que se hubiera querido encontrar el Pepe Ocio actor?
PO.- Creo que sí (Ríe) Ellos me dicen que se nota mucho que soy actor porque cada vez que doy una nota, antes de decir algo que no me gusta, les digo algo positivo. Como actor necesitas mucho que te den confianza y, en ese sentido, siempre intento que estén relajados. Creo que no hay peor actor que el que no está relajado en escena, te puede gustar más o menos, pero si disfruta, vas a disfrutar con él. Un actor tenso e incómodo, ya puede ser Al Pacino, que lo notas y no disfrutarás de la función. Para mí, como director, es muy importante. No quiero un actor incómodo en el escenario.
TM.- ¿Cuáles han sido tus referentes?
PO.- Tengo unos referentes muy eclécticos, desde que tengo uso de razón soy devorador de cine y de teatro, y ahora, de más mayor, también de tele porque se hacen unas series muy buenas. Del cine me he visto todo y del teatro, ahora que no estoy haciendo temporada, puedo ir como cuatro veces a la semana, creo que es necesario. Primero para ver qué se está haciendo y segundo porque es muy inspirador.
Soy fan de Almodovar, pero también lo soy de Haneke o de La casa de las flores. Yo no me pongo a trabajar y digo “Esto quiero que sea muy Almodovar”, pero sí que me veo a veces pidiendo a los actores que digan según qué cosas y lo he escuchado en alguna película que me gusta o ciertos silencios tienen que ver con el universo Haneke, pero no tengo un referente claro; sí que tengo un montón de referentes que, de manera inconsciente, van brotando. Los propios directores con los que he trabajado también pueden ser mis referentes. Por ejemplo, David Serrano, él me ha enseñado mucho, precisamente es quien me enseñó que nunca hay que poner al actor a hacer cosas incómodas. De su manera de trabajar he aprendido el cómo tratar a los actores, genera ambientes de mucha tranquilidad.
TM.- ¿Podría decirse que este puede ser el primer paso para que veamos a Pepe Ocio como director?
PO.- Sí, yo creo que voy a dirigir más veces. Es que me lo estoy pasando super bien. Sí es verdad que mi prioridad a día de hoy sigue siendo actuar, de hecho sigo haciéndolo, pero creo que se pueden combinar y además se retroalimentan mucho.
TM.- ¿Se compagina bien?
PO.- Sí, hay que organizarse, pero sí se compagina. Fíjate que los días que vengo de grabar o de ensayar, cuando voy a ensayar lo que yo dirijo, siento que me da mucha paz. Es como que, al colocarte en el otro lado, se hace un paréntesis en el día. No tengo que ocuparme tanto de mí; cuando diriges te tienes que ocupar de otras personas, no te queda otra. Es sanador, como una especie de terapia muy creativa y muy enriquecedora.
José Antonio Alba / @joseaalba
Fotos Olaya Pazos