En Teatro Madrid hemos tenido el placer de asistir a un ensayo de La Coja Producciones, compañía teatral con muchos años de trayectoria especializada en teatro musical y familiar.
Con su montaje Hansel y Gretel, un cuento musical van a cumplir ya 6 años en cartel y esta será su última temporada. Se podrá disfrutar del montaje todos los domingos de enero en el Teatro Nuevo Alcalá.
Ha sido emocionante observar su trabajo y descubrir los engranajes de un espectáculo como este, así como ver todo el esfuerzo que se lleva a cabo día a día para conseguir el resultado final. ¡Además hemos conversado con parte del equipo! ¡Te lo contamos!
Un ensayo con La Coja Producciones
La jornada de trabajo está a punto de comenzar y el técnico tiene que colocar el micro a cada uno de los actores para poder ajustar el sonido de cara a las funciones y para que ellos se familiaricen con el volumen.
Mientras las actrices y actores esperan, aprovechamos para charlar con ellos sobre sus personajes.
¿Cómo es tu personaje y con qué cualidad te quedarías?
Irene Salas: Yo interpreto a Gretel y ella es una niña monísima que lo que busca es ayudar a las personas que tiene a su alrededor, quiere muchísimo a su hermano y tanto ella como él, sobre todo, buscan divertirse. Gretel es muy espabilada para su edad. La cualidad con la que me quedo es que ella es resolutiva y muy lista. Organiza los planes para poder escapar, es la cabeza pensante.
Nicolás Colomer: Yo a Hansel. Él es la mano derecha de Gretel, es un niño al que le gusta mucho leer, le gusta jugar con su hermana, no le gusta mucho tener que hacer sus tareas porque le parecen bastante aburridas y lo que realmente le gusta es pasar tiempo con su hermana. La madrastra no le gusta mucho y tiene claro que no quiere que le pase nada a Gretel. Que no pase miedo y, si ella pasa miedo, que por lo menos estén juntos. Lo que me quedo de él es el hecho de que le guste tanto leer, que sea sensible, curioso y que cuide de su hermana.
Nuria Gil: Yo interpreto a dos personajes: la madrastra de los niños y la bruja. A veces no queda muy claro cuánto hay de una y cuánto hay de la otra, yo creo que son dos personajes que confluyen en algún punto, pero lo dejamos a la imaginación del espectador. La madrastra es una mujer muy presumida. En realidad los niños le importan un bledo y, si desaparecieran, para ella sería lo mejor. En cuanto a la bruja, es también una diva estupenda que espera a que le llegue la presa y yo creo que es justa: ella solamente se alimenta de la gente que se come su casa (ríe).
De ambos personajes me quedo con su sentido del humor y con su descaro. Incluso hay un punto de ternura en la bruja que a mí me hace mucha gracia y me lo he pasado muy bien.
Imanol Fuentes: Yo soy el narrador. Me lo imagino como que es un bibliotecario que guarda todos los libros donde están todas estas historias y, cada día, cuenta una historia diferente. Y hoy toca Hansel y Gretel. Es un personaje muy mágico porque es alguien que vive entre los personajes de sus cuentos, entre la magia de los libros y es algo que a mí me fascina. La cualidad que más destaco de él es que es alguien que, digamos, parece que no tiene edad. Ha experimentado mucha magia en su vida a través de los libros y tiene esa ilusión por el mundo y por las personas.
El equipo se prepara para ensayar las escenas en las que se interpretan las canciones del musical y Mercè Grané, la coreógrafa y asistente de dirección del montaje, les da las últimas indicaciones. Aprovechamos para conversar con ella.
¿Ha cambiado la coreografía del montaje durante estos últimos 6 años?
Mercè Grané: Sí y no. La esencia se ha mantenido desde el primer día, tanto en las escenas como en las coreografías, que son prácticamente exactas. Sí que es verdad que, con los cambios que ha habido en el elenco durante estos años, nos gusta tanto a Sara Pérez como a mí aprovechar a la persona con la que estamos trabajando y todo lo que ella pueda aportar al personaje, tanto en el movimiento como vocalmente y en la creación del mismo. Pero en esencia es exactamente igual que el día que estrenamos.
De hecho, si ahora viniese cualquiera de los actores que la estrenaron por primera vez podrían meterse en esta compañía y no habría problema. Eso sí, tiene la evolución de lo que ha aportado cada uno.
¿Cómo debe ser una coreografía enfocada a público familiar?
M.G. Sobre todo tiene que tener dinamismo. No solo por los niños o niñas que vayan a ver la obra, sino porque la coreografía tiene que seguir contando la historia. No se puede concebir la coreografía de ningún espectáculo pensando en pasos o en que quede bonito o algo solo estético. Tienes que ser consciente de que la coreografía sigue la escena que estabas contando y la seguirá contando de otra forma. Así tienes al público en el mismo estado de atención porque la coreografía hace evolucionar la historia.
También hay que investigar sobre el cuerpo y el movimiento de las niñas y niños, no «aniñar» la coreografía pero sí que esos personajes tengan una fisicalidad, una movilidad con la que ellos se vean reflejados y puedan empatizar más con los personajes. No solo en la coreografía sino en toda la escena. No hacer una caricatura pero sí acercarse a esta franja de edad que tiene un movimiento y fisicalidad concreta.
Una vez terminado el ensayo, los actores se marchan a sus camerinos a prepararse para el pase gráfico que van a realizar para los medios. Mientras se cambian de vestuario y comprueban que todo está en orden para el pase, seguimos conversando con Mercè Grané y con Juanjo González, productor de la compañía.
¿Por qué decidisteis hace 6 años montar este clásico de los hermanos Grimm?
M.G. Fue una propuesta de Daniel Anglés, el dramaturgo y creador de esta versión, junto a Ferran González que es el compositor. Él me lo propuso, nosotros estábamos empezando con La Coja Producciones y nos gustó mucho la idea. Creímos que era una buena manera de seguir con la línea que habíamos empezado con Laura y el enigma de la música perdida en el vagón de metro.
Juanjo González: Sí, habíamos hecho un familiar meses antes y nos fue bien y en julio de 2015 empezamos aquí, en esta misma sala del Teatro Nuevo Alcalá.
¿Qué supone para vosotros que esta sea la sexta y última temporada del montaje?
J.G. Pues un esfuerzo muy grande porque durante todos estos años se ha mantenido. Ha gustado a grandes y a pequeños, pero, sobre todo, hemos comprobado que, aunque sea la historia de siempre contada de una manera un poco diferente, a la gente le gusta, repite y ha repetido durante temporadas, incluso en pandemia… Que eso fue lo más duro, la temporada pasada, pero seguimos aquí. Ha sido muy bonito comprobar que a la gente le gusta esa vuelta de tuerca.
Queremos desligarnos de la idea de que los espectáculos familiares o infantiles son siempre para niños y que tratan a los espectadores como niños. Los niños son potencial público en el futuro, tienen que ver algo que no les haga sentir como tontos. Es un público tan exigente como el de cualquier musical.
¿Cuál creéis que ha sido la clave para estar tantos años en cartel?
M.G. Creo que tiene varias claves. Por un lado, que es una historia de siempre que creo que nos sigue gustando a todos, aunque parezca que pueda quedar antigua nos gusta, nos mueve, a los mayores nos lleva a recuerdos, a nuestra infancia y para las niñas y niños siguen siendo historias que les gustan porque están muy bien escritas, por eso son clásicos.
Por otro lado creo que le hemos dado un punto muy actual al montaje, sin querer sacarlo del clásico que es. No hemos modernizado la historia en absoluto ni la hemos contextualizado en la actualidad. Pero, como nosotros no distinguimos entre hacer teatro para adultos o hacer teatro infantil, tenemos claro que esto es una función que cuenta una historia y la vamos a contar al público que tengamos, tenga la edad que tenga. Tenemos eso en consideración: el espectáculo está enfocado para que todo el mundo que venga a ver la función pueda divertirse, disfrutar con cositas y detalles dirigidos a distinto tipo de público.
J.G. Los padres alucinan porque dicen: «veníamos a ver un espectáculo que creíamos que era para a los niños y salimos encantados nosotros, nos reímos un montón, hay ‘gags’ para los pequeños y para los grandes.» Se hace ameno porque los pequeños te dedican solo una hora, no más, y en esa hora los padres no se aburren.
¿Qué planes de futuro tiene La Coja Producciones?
J.G. Tenemos musicales en desarrollo para adultos, proyectos que ya hemos hecho y queremos repetir y seguir con esa línea de eventos.
Andrea Garriga González / @andrea.garriga