Toni Moog: «Mi humor es directo, no tengo reparos en hablar de ningún tema»

Andreu Rami

Toni Moog es uno de las protagonistas indiscutibles de la cartelera humorística. Ha estado 14 años ininterrumpidos actuando en el escenario Pepe Rubianes del Club Capitol de Barcelona, en 5 espectáculos diferentes que suman miles de funciones y más de 400.000 espectadores a sus espaldas. Lo has podido ver en El Club de la Comedia, en monólogos de Paramount Comedy, series como Aída o colaborando al lado de Santi Millán, Javier Sardà, Júlia Otero o Mercedes Milà en programas como La Tribu (Telecinco), UAU! (Cuatro) o Homo Zapping (Antena3). Ahora puedes verlo con Fortnique, su último espectáculo, en el Teatro Arlequín de Madrid.

Eres todo un veterano de la cartelera humorística. ¿Cómo valoras estos años de trayectoria?

Mi primer monólogo en el teatro fue Singles. Fui de los primeros humoristas en llevar un espectáculo que en teoría es para locales de copas al teatro. Comencé en 2006 y al principio no sabia muy bien si iban a gustar mis monólogos pero hasta el día de hoy la respuesta del público siempre ha sido positiva: he llegado a estar 36 semanas seguidas y he hecho más de 1180 funciones. En todo este tiempo me han pasado mil cosas… He salido a actuar con gripes, gastroenteritis, con 39 de fiebre, con la rodilla recién operada… Una vez me tiré un pedillo encima del escenario y acabé la función un poco manchado pero la gente no se enteró (creo).

¿Te ha pasado algo curioso con el público que nos puedas contar?

Me ha pasado un poco de todo… Una vez un señor que estaba sentado en primera fila le dio un ataque y tuvimos que parar la función en seguida. Llevo también 8 embarazadas que después de ver mis monólogos me han enviado un email diciéndome que al salir del teatro se fueron directamente al hospital a parir porque las risas le habían provocado el parto.

¿En que te inspiras para escribir tus monólogos?

En todo, cosas mías, en cosas que veo por la calle… De repente te viene una idea a la cabeza y te la apuntas en una servilleta o lo que tengas a mano. Lo mejor es que los monólogos sean de cosas cotidianas porque así la gente se siente identificada. Yo siempre digo que tienes mucho ganado cuando la gente se ríe y dice: ¡Ostia!, es verdad. Todo lo que vives a diario tiene un punto de vista gracioso que va bien para desarrollar una broma.

¿Cualquier tema es válido o existen reglas o contenidos “prohibidos” que no tocarías nunca?

Mi humor es muy directo y no tengo reparos en hablar de ningún tema. Por ejemplo, en mis monólogos hablo de sexo pero sin meterme en la escatología, siempre busco la broma. Evidentemente, mis monólogos son para adultos pero muchas veces han venido niños con sus padres y se ríen, es decir, si pillan la broma es porque ya saben de que va el tema, ¿no? Hoy en día los niños no tienen filtros, se conectan a Internet, tienen Facebook o Whatsapp y lo ven todo.

¿Qué porcentaje de tus actuaciones es guión y qué porcentaje suele ser improvisación?

Más o menos 75% texto, 25% improvisación. De todas formas, cada día suelo explicar el monólogo de diferente manera, me memorizo el texto por bloques y lo cuento tal cual me sale. A parte, me gusta mucho hacer participar al público y meterme con ellos por lo que siempre hay algún momento de improvisación pura y dura.

Buenafuente te catalogó como el cómico ‘más rebelde’. ¿Te sientes cómodo con ésa etiqueta?

He hecho algún espectáculo un poco más blanco y apto para todos los públicos, aunque nunca abandono mi tono canalla. Ya sabes que yo soy muy directo y mi lenguaje es muy “de calle”. Además, la gente cuando viene a verme espera algo de la línea de lo anterior y no puedo bajar el listón.

De todos tus espectáculos, ¿con cuál te quedas?

Le tengo cariño a Blanca Navidad, es un espectáculo con el que llevo muchas temporadas y se ha convertido en todo un clásico. Llega la Navidad y tienes “Los Pastorets” y “Blanca Navidad”, la gente viene porque es un monólogo divertido con topicazos de la Navidad que solo se puede ver en el teatro (no está en Youtube) y cada año cambio una cuarta parte del texto. A parte, no se cuantos años estaremos pero de momento esta última temporada hicimos récord de taquilla.

También has liderado proyectos solidarios como la Gala Anual de risas solidarias Humor por amor. ¿Cómo surgió el proyecto?

Mi hija nació con un problema en el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona y gracias a sus médicos que la atendieron muy bien no le ha quedado ninguna secuela. Al salir de la UCI les di las gracias y les dije que a partir de ese momento iba a organizar una Gala Benéfica Anual con amigos humoristas para recaudar fondos en beneficio a la investigación de enfermedades neonatales del Hospital Sant Joan de Deu. Intento poner cada año mi granito de arena a la causa porque hay casos de bebés con problemas muy graves que necesitan que de verdad se investigue más sobre su enfermedad.

Viendo toda tu trayectoria ya podemos decir que eres un ejemplo de que se puede vivir del humor. ¿Qué le dirías a un humorista que estuviera empezando? 

Sobretodo que escriba mucho y pise todos los escenarios que pueda para coger experiencia, aunque sea trabajar gratis. Es un mundo con mucha competencia y bastante complicado para abrirse camino pero con trabajo, dedicación y paciencia se puede conseguir. También le aconsejo que no tenga prisa, esta profesión es una carrera de fondo pero lo importante es ser feliz con lo que haces, independientemente de tener más o menos fama.

¿Tienes algún referente del panorama humorístico español?

Si, mis referentes son Martes y Trece. Yo de pequeño quería ser como ellos, eran como mis ídolos y aunque no hacen monólogos siempre intento meter alguna cara o gesto característico de Martes y Trece en mi espectáculo.

Entrevista realizada por: Yolanda Fernández Vilaplana.

Escrito por
Andreu Rami
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