Tras la avalancha de estrenos musicales que hemos tenido desde que se inició la temporada teatral, llega el momento de conocer 33, el musical, que junto con El médico, demuestra que en España ya se piensa “a lo grande” a la hora de poner en escena creaciones de producción propia. Un musical de gran formato con un presupuesto de más de 4 millones de euros y que cuenta con un teatro creado expresamente para este espectáculo, el bautizado como Espacio 33, una carpa gigante para más de 1200 personas situada en IFEMA, donde ya hemos podido ver una muestra de lo que nos espera cuando se estrene.
Hemos hablado con su creador Toño Casado y con dos de sus intérpretes, Christian Escuredo que da vida a Jesús y con Laura González quien encarna a la Virgen María para que nos cuenten cómo se viven los momentos previos a subir el telón de este espectáculo que mira de tú a a tú a las grandes producciones con las que debe repartirse el pastel.
ESTO NO ES JESUCRISTO SUPERSTAR
Quizá, por ser de factura completamente española es el título musical más desconocido para el público general de los que se están estrenando y es inevitable que algunos piensen: ‘¿Un musical sobre la vida de Jesús? Pero… ¿y no es una versión de Jesucristo Superstar?’ Hay cierta confusión que Toño Casado, creador y director del espectáculo, nos aclara “Jesucristo Superstar es una ópera-rock de hace 45 años. Es un dramón, pero 33, el musical no; es un musical luminoso, divertido, emocionante, para toda la familia. Está pensado para todos, es otra visión”. Una visión con la que Casado ha estado soñando y trabajando durante más de 14 años para darle la forma que ahora tiene“Lo compuse para hacerlo en gran formato, pero nunca supuse que se construiría un teatro para hacerlo, es muy emocionante ver todo esto construido. Parece que los astros se alinearon y sale, por fin, adelante” nos confiesa mientras mira el escenario y sonríe.
“33, el musical es la súper producción de teatro musical más ambiciosa de la temporada, cien por cien española” nos dice Christian Escuredo “Todos tenemos que estar muy orgullosos porque tiene una calidad como cualquier espectáculo de Broadway”. Escuredo viene de protagonizar un musical muy distinto, Priscilla, reina del desierto, y nos cuenta cómo ha sido su trabajo para ponerse en la piel de Jesús “He puesto el foco en buscar el carisma para conseguir el magnetismo que tanto define a Jesús. Buscar el motor de las acciones en el amor, la empatía y la compasión ha sido crucial como punto de partida” Nos confiesa el actor, quien además ha realizado todo una labor de documentación basada en charlas, visitas y entrevistas en Tierra Santa para ahondar en su personaje “Alimentar el imaginario me ha servido de mucho para entender”.
JESUCRISTO ERA FEMINISTA
Uno de los detalles que diferencia a 33, el musical del musical de Andrew Lloyd Weber es la aparición de la Virgen María, que aquí posee una fuerte presencia escénica “El papel de María es precioso porque es la ‘Mamma’ de toda la vida, tiene números muy emotivos” nos adelanta Toño Casado, un personaje que recae en Laura González a la que hemos podido ver en montajes como Jekyll & Hyde, Annie, El Rey de Bodas o Mar y Cielo “Está muy bien que se visibilice a las mujeres en un escenario con personajes tan importantes como este ¡Yo estoy encantada!” nos confiesa esta actriz y cantante profundamente comprometida en educar, a través del teatro con la compañía Delfo, contra la violencia de género en las aulas “De las cosas más innovadoras, a parte que se destaque la imagen de la Virgen María, es la presencia de mujeres entre los apóstoles. También había mujeres fieles seguidoras de Jesús y eso no se nos ha contado nunca. Siempre ha sido todo muy masculino, invisibilizando a la mujer, y aquí Toño ha situado a unas cuantas “apóstolas” que están hasta el final” un dato que da otra dimensión a la figura de Jesús. “Era una persona muy diferente en el trato a las mujeres, ellas lo cantan en el musical” nos dice Casado a propósito del tema “Él hablaba con las mujeres, las mujeres estaban con él, algo totalmente revolucionario para aquella época”.
UNA GRAN RESPONSABILIDAD LLENA DE EMOCIÓN
Al preguntar tanto a Christian Escuredo como a Laura González, ambos coinciden en la responsabilidad que conlleva encarnar estas figuras en las que tantas personas tienen depositada su fe, aunque cada uno ha conectado internamente desde un punto distinto con su personaje “La figura de Jesús siempre me ha interesado” Dice Escuredo “Ha sido un pionero con un mensaje que no caduca y, aunque han pasado dos mil años, sigue siendo necesario para vivir la vida de una manera más sana” Nos cuenta un Christian totalmente mimetizado con su personaje “El otro día le decía a una amiga, ‘creo que amo la vida más que nunca’. Será que enfrentarme a la muerte hace que valore y agradezca con más intensidad todo lo que tengo a mi alrededor”.
Laura, sin embargo, nos cuenta que ella ha encontrado su personaje desde un lugar más terrenal “Ha sido un reto que estoy tratando con mucho respeto porque no deja de ser La Virgen, pero lo estoy llevando a una madre como cualquier otra que está preocupada por su hijo, que no entiende lo que hace, pero al que apoya incondicionalmente. Inspirándome en mi madre o en todas las madres que apoyan a sus hijos aunque no los entiendan”.
Donde sí coinciden ambos es en la intensidad emocional a la que se enfrentan a la hora de cantar recreando pasajes tan duros como las últimas horas de vida de Jesús “Lo más complejo ha sido lidiar con mis emociones a la hora de cantar canciones como el Getsemaní” nos cuenta Christian Escuredo “Es la partitura más exigente que me he encontrado, sobre todo en el segundo acto, y no sólo por la dificultad técnica, sino por el manejo de emociones a la hora de cantar y contar la tragedia” nos dice el actor. “Es todo tan emotivo que tengo que hacer un ejercicio de contención para no estar toda la obra llorando” confiesa Laura González, a quien dice le corresponde dar voz a los momentos más dramáticos del espectáculo “Me dicen ‘Laura, esto según pasen las funciones se te irá quitando’, pero yo sé que no. Es tan potente y tan emocionante lo que está ocurriendo mientras estoy cantando ‘Matar al amor’ –Momento de la crucifixión- que sé que voy a llorar todas las funciones ¡Y todo el mundo conmigo! Aviso, ¡que todo el mundo traiga kleenex!” Nos advierte la actriz con una sonrisa para quitarle intensidad a lo que nos cuenta “¡Pero también vais a llorar de risa! Como dice Toño: Esto es una montaña rusa de emociones. Hay momentos muy muy divertidos y otros que te traspasan”.
Texto y fotos José Antonio Alba
