Be God Is es uno de aquellos espectáculos que, cuando acaban, volverías a ver desde el principio. Su combinación única de mimo, clown, música y humor transmite alegría, optimismo y muy buen rollo. Los tres intérpretes se dejan la piel sobre el escenario y nos regalan momentos increíbles y muy divertidos, pero el dominio del cuerpo de Oriol Pla es, para decirlo corto, de otro mundo. Cincuenta minutos de pura felicidad que yo no me perdería bajo ningún motivo. ¡Corred, que sólo estarán hasta mañana! Más información (en catalán) en Somnis de Teatre
Gema Moraleda
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