En una sociedad en la que nos hemos dejado hipnotizar por el buenismo del «Si quieres, puedes» o por el runrún del «Querer es poder» es muy necesario, cada vez más, que nos recuerden que no, que no siempre se consigue todo aquello por lo que uno decide apostar. Y no pasa nada. Ella, la protagonista de Me lo dijeron mil veces, lo sabe de sobra. Sabe que para conseguir cumplir un sueño no basta con luchar con una fuerza infinita. A veces, en la vida, cuesta lograr los propósitos. Y en muchas ocaciones somos nosotros mismos quienes nos limitamos: la culpa, el dolor, la rabia… O ese síndrome del impostor que devora ilusiones como si fuera una piraña. Pero, a […]